Yenín, Territorios Palestinos.

Los tiros al aire se mezclaron con los gritos de dolor este viernes en el cortejo fúnebre de tres combatientes palestinos abatidos durante una redada del ejército israelí en Cisjordania.

"Ellos pueden hacer lo que quieran, por nuestro lado, estamos listos, vamos a luchar y vamos a resistir", afirmó Majid Abu Zmawa, un combatiente de 18 años, fuera del tanatorio en el que se estaban preparando los cuerpos para el funeral, en el norte de Yenín.

Desde que el movimiento islamista palestino Hamás lanzó el 7 de octubre un ataque en territorio israelí que dejó 1.400 muertos, según las autoridades israelíes, la tensión ha ido en aumento en Cisjordania, donde se multiplicaron las redadas del ejército israelí en localidades palestinas.

En respuesta al asalto, Israel lanzó una ofensiva que dejó más de 9.200 muertos en la Franja de Gaza, según el Ministerio de Salud de Hamás, que gobierna en ese territorio palestino.

En Cisjordania, el gobierno de la Autoridad Palestina reportó más de 140 muertos desde el 7 de octubre.

"Afirman que son un ejército imbatible, pero Dios está con nosotros", afirmó Abu Zmawa, con una cinta verde en la cabeza y un fusil de asalto colgado del hombro. "Los mártires estarán con Dios".

"Quitarse la presión de encima" 

El ejército israelí informó que lanzó una operación durante la noche contra "asaltantes armados" en Yenín y dijo que mató a "varios".

El Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, que gobierna en Cisjordania, indicó que ocho personas murieron en las redadas nocturnas. Las autoridades informaron que tres hombres de entre 17 y 26 años fallecieron en Yenín, sin especificar si los jóvenes eran combatientes.

El cortejo fúnebre partió en una calle arrasada por excavadoras israelíes que, aparentemente, buscaban bombas artesanales.

Las calles laterales estaban sembradas de obstáculos antitanques y en las paredes abundaban carteles con los rostros de combatientes fallecidos.

Amer Torkman, un comerciante local, señaló que cree que el ejército israelí "está bajo presión".

"Quieren quitarse la presión de encima", por eso no dejan a nadie tranquilo, apuntó este hombre de 54 años. "Todo lo material se puede reconstruir", agregó. "Sólo esperamos que la gente siga sana y salva".

Los cadáveres de los tres combatientes muertos fueron transportados en camillas para ser enterrados. Uno fue envuelto con la bandera palestina y otro con el emblema de la Yihad Islámica, un grupo catalogado como organización "terrorista" por la Unión Europea y Estados Unidos.

Una multitud de jóvenes marchó en el cortejo entonando canciones de luto y algunos encapuchados efectuaron tiros al aire.

• Los hombres armados entraron con los difuntos a la mezquita para la plegaria funeraria.

Después, fueron llevados sus tumbas y uno de los encapuchados se descubrió y le dio un último beso a uno de los fallecidos antes del entierro.