Hong Kong.

Hong Kong confiscó metanfetamina líquida camuflada en botes de salsa picante e introducida de contrabando desde México por valor de 140 millones de dólares hongkoneses (unos 16,7 millones de euros, 18 millones de dólares).

Los funcionarios de aduanas informaron este martes de la detención de un ciudadano estadounidense y de un residente local en las últimas dos semanas después de que la metanfetamina, también conocida como "Ice", fuera descubierta en un almacén clandestino ubicado en el distrito de Fanling a finales del mes pasado.

Según fuentes oficiales, los inspectores interceptaron el pasado 29 de mayo un cargamento que contenía 60 cajas con 12 botellas de un litro de salsa picante cada una. 

Tras un exhaustivo análisis, encontraron que 264 de esas 720 botellas contenían en realidad metanfetamina líquida.

Se trata de la mayor incautación de esta droga realizada este año en la excolonia británica.

Los agentes también se incautaron de cientos de kilos de productos químicos, como hidróxido de sodio, junto con purificadores de aire, extractores y utensilios de cocina, entre otros, explicó hoy a la prensa local el superintendente adjunto Joseph Kwok.

"Las investigaciones preliminares sugieren que el almacén se estaba utilizando como estación de tránsito para guardar este lote de estupefacientes antes de trasladarlos a un laboratorio para convertir la metanfetamina líquida en sólida o en polvo", explicó Kwok.

Los operarios consideran que parte de la droga estaba destinada al consumo local, mientras que el resto podría tener como objetivo otros países como Australia, Japón y Nueva Zelanda, donde los estupefacientes podrían comercializarse a un precio varias veces superior a su valor.

Las aduanas hongkonesas se incautaron en octubre de 2022 de metanfetamina líquida por valor de 1.100 millones de dólares hongkoneses (unos 131,3 millones de euros, 140,8 millones de dólares estadounidenses) oculta en cajas de agua de coco procedente de México, el mayor alijo local de este tipo de sustancia ilegal.

• El tráfico de drogas en la excolonia británica se castiga con hasta cadena perpetua y una multa de 5 millones de dólares hongkoneses (unos 640.458 dólares estadounidenses, 597.360 euros).