Guadalajara, Jalisco.

Una investigación del medio estadounidense The New York Times señala que México, por medio del ejército, fue el primer y sigue siendo el principal usuario del software de espionaje israelí Pegasus, el cual tiene una presencia en el país desde el mandato del expresidente Felipe Calderón.

La investigación "Cómo México se convirtió en el mayor usuario del programa de espionaje más conocida del mundo" realizada por los periodistas Natalie Kitroeff y Ronen Bergman, ilustra el cómo el software llegó a nuestro país: desde las reuniones privadas entre funcionarios en un club de estriptís, hasta los actuales eventos que la red colaborativa de R3D, ARTICLE 19 y SocialTIC en colaboración con Animal Político, Aristegui Noticias y Proceso han revelado sobre un nuevo ataque, esta vez dirigido a dos integrantes del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.

La investigación señala que Pegasus llegó a México como herramienta aliada en la lucha contra el crimen organizado (la famosa "lucha contra el narco de Calderón"), exactamente en el año 2011. En ese entonces NSO Group, la empresa fabricante, no tenía aún un cliente para Pegasus y como México tenía fuertes intenciones de distanciarse de la inteligencia estadounidense, para ambos organismos el trato fue beneficioso.

Los testigos que presenciaron los encuentros entre el Ejército mexicano y NSO que fueron entrevistados, señalaron que Felipe Calderón sí tenía conocimiento de la existencia en el mundo de Pegasus, pues hasta asistió a una muestra presencial en la que se hackeó un celular, no obstante precisaron que al entonces presidente ya no se le informó sobre la contratación del software, pues a este solo le interesaba ver resultados.

Así fue que el programa espía fue usado para la captura "El Chapo" bajo el mando del Centro Militar de Inteligencia, del cual no hay mucha información pública, convirtiendo a México en "el país que inauguró su difusión por todo el mundo", pues meses más tarde sería otra vez contratado por nuestro país bajo el mandato de Enrique Peña Nieto por parte de la oficina del fiscal general y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

De acuerdo con los documentos filtrados, por el hackeo a la Sedena del año pasado, fue a partir de Peña Nieto que Pegasus se empezó a usar en contra de civiles como periodistas, abogados, defensores de derechos humanos, incluso fue usado en 2014 contra los sospechosos de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, aunque, de acuerdo con estudios citados en la investigación, afirman que no fue usado para encontrarlos.

A pesar de las evidencias, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue negando que Pegasus sea usado en México, incluso refirió que “tenemos consciencia tranquila como para decir que no se van a violar derechos humanos, ni se va a espiar a nadie, nunca lo hemos hecho”, según citó EFE de su mañanera.

Dichas palabras fueron emitidas después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictaminara que el ejército no podrá intervenir las comunicaciones ni cuentas bancarias sin la autorización previa de un juez y de la publicación de la investigación anteriormente mencionada.