Guadalajara, Jalisco.
Hoy en pleno siglo 21, el 35 por ciento de los estudiantes de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres y no solo se trata de que más mujeres estén inscritas en carreras científicas, sino también en romper las diferencias que existen en los puestos claves para la toma de decisiones, además de que se iguale el salario de ellas frente a ellos, ya que se estima que los científicos ganan 16.28 por ciento más que las científicas.
Y porque es importante visibilizar el camino de estas mujeres que se abren paso en un mundo de hombres, hoy te voy a presentar a la primera mujer mexicana caza huracanes que gracias a esa hazaña se conoce más sobre ellos.
Ella es Úrsula Pamela García, científica del medio ambiente con Licenciatura en Ciencias Atmosféricas, egresada de la Universidad Veracruzana.
Durante varios años formó parte del Servicio Meteorológico Nacional de México y actualmente es editora en jefe de la Revista Digital Meteored México y meteoróloga en The Weather Channel, nos habla cómo a sido para las científicas este mundo de las ciencias atmosféricas predominantemente de hombres:
“En cuanto a la imagen de mujer todavía está un poco segregado o estigmatizado el decir: porque eres mujer no se puede tener este trato con las Secretarías de Militares que también están formadas por otros meteorólogos, y hay momentos en que tenemos que organizarnos con ellos para hacer análisis meteorológicos y uno se da cuenta esa gran diferencia de la Secretaría de Marina o de la Fuerza Aérea son puros hombres entonces a veces es difícil lidiar con criterios.
Porque al ser su mayoría hombres es como si se unieran, no te lo dicen directamente de “es porque eres mujer” pero digamos que tu punto o tus comentarios tienen menos fuerza o presencia ante un grupo de hombres grande que se dedican a hacer ciencia”.
Grandes aventuras
Fue el 4 de octubre de 2014 cuando a bordo de un avión especializado en cruzar huracanes llamado “Miss Peggy” participó con un equipo mexicano y estadounidense en este proyecto, para internarse en el huracán Simón categoría 4. La misión duró 16 horas.
La científica asegura que cruzar el huracán Simón fue como estar en medio de una turbulencia, pero multiplicada por 100 y que al llegar al ojo se experimenta una inmensa tranquilidad y explica lo que significa cazar huracanes:
“Es una sonda meteorológica y esto se lanza cuando el avión cruza el centro del huracán y también hace toma de datos de los vientos, de la profundidad y de la presión que tiene este sistema, porque son fenómenos que se caracterizan por tener una presión atmosférica muy fuerte, siempre me dicen ¿Cómo puedo visualizar o imaginar estar en huracán?
Es muy parecido y suena un poco burdo pero es como cuando encendemos una licuadora esa fuerza de rotación, este sumidero que se forma en medio de la licuadora eso es como una explicación miniatura de cómo funciona un huracán y eso es lo que hace el avión tiene que cruzar ese embudo, ese gran sumidero, lo cruzamos lanzando sondas y con objetos como el radar”.
- Lamentablemente, estos vuelos y estudios son muy caros y ya no se continuaron, de alguna manera este es el único y más actual estudio que se realizó en la Cuenca-Pacífico.
La científica recuerda a las niñas que ellas pueden llegar hasta donde quieran y claro que pueden ser científicas y cambiar la historia de la humanidad:
“Mientras tu tengas un sueño bien definido, mientras hagas lo que te gusta y principalmente que le den una oportunidad a la ciencia que son carreras o profesiones que te permiten tener una apertura y visión diferente de cómo funciona nuestro planeta las ciencias naturales, las ciencias atmosféricas, van a acrecentar y le van a tomar amor al mundo en que vivimos y también estaríamos apoyando a que este mundo mejore”.