Guadalajara, Jalisco.
Que las generaciones Alfa y Centennials sean fundamentalmente digitales no significa que puedan conversar o conocer la inteligencia artificial mucho más fácil porque el gran reto está en la alfabetización, concluyó el filósofo de los medios digitales, Alejandro Piscitelli.
Al participar en el programa “Hacía una nueva etapa evolutiva del ecosistema audiovisual” dentro de la edición 43 de TVMorfosis, Piscitelli habló de todo lo que se requiere para entender a la inteligencia artificial en su complejidad y su evolución, pues se cree que las generaciones monolingües o completamente digitales, lo harán de manera automática.
“Pero eso no es cierto, porque la apropiación tecnológica no tiene que ver con apretar un botón o poder hacer un videito de TikTok o poder tener mejores influencers o poder tener, manipular el algoritmo para que alguien te siga.
Sino que esto es un tema de alfabetización y las alfabetizaciones, las polialfabetizaciones, las multialfabetizaciones son tareas tremendamente complejas, que lamentablemente la escuela no está llevando adelante.
Los padres y los adultos no estamos llevando adelante y lo que estamos generando es un analfabetismo análogico masivo, que podría llevar a la pérdida de la historia”.
Consideró que se debe tener abiertos los ojos tanto en lo analógico como en lo digital para no buscar la apología de esto o de lo digital, sino cómo combinarlos, tarea en la que son importantes los “framers”, personas que se pueden formar en las universidades, ser profundos en sus temas, que están en una categoría intermedia y son capaces de tender puentes entre lo analógico y lo digital.
El filósofo desarrolló su exposición en cuatro puntos, la inteligencia artificial como máquina narrativa, donde advirtió que la humanidad no se puede reducir a ello en este temor existente sobre qué le queda a los humanos cuando la inteligencia artificial hackea el lenguaje humano.
“Los humanos somos lenguaje, somos relatos, pero también somos otras cosas, hacemos, construimos, transformamos la materia, nos enlodamos en la materia, somos mucho más que eso, mucho más interesante, por más que sea un robot conversacional, no suplanta a los humanos”.
Abordó también las diferencias generacionales, los amagues y la máquina del caos para explicar la complejidad de la inteligencia artificial.
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