Guadalajara, Jalisco.

Las víctimas en Jalisco son violentadas por la sociedad, el gobierno y de manera directa por sus agresores. Un ejemplo de ello son los familiares de los desaparecidos pero también las madres que denuncian violencia vicaria. 

La directora general de Civilidad para Transformar AC, Paula Sandoval Jiménez, comparte cómo los jueces en Jalisco se convierten en los segundos agresores después de las ex parejas de las madres que denunciaron que les quitaron a sus hijos.

Una situación que ha sido recurrente e incluso se tiene un listado con el nombre de 25 jueces locales que han entorpecido el acceso a la justicia de las madres. 

“De por sí es difícil que una mamá se atreva a salir de un ciclo de violencia, después que se atreva a denunciar y llega a donde se supone que le van a brindar acceso a la justicia pero pasa al revés, se encuentra que la están violentando, que la revictimizar y la vulneran".

"No sabemos cuál es la situación, cada caso tiene sus particularidades pero hay que entender que esto viene con un contexto machista y patriarcal donde hay mucha corrupción, influyentísimo y amiguismo y los jueces juzgan en ese sentido para favorecer agresores”. 

Por su parte, Marco estudiante de psicología de la Universidad de Guadalajara, y voluntario en el Colectivo Luz de Esperanza quien impulsó en conjunto de los familiares el proyecto “Memoria Histórica”, el cual identifica los tipos de violencias a los que se ven expuestos, detalla que la violencia cultural tiene que ver con el pensamiento de la sociedad referente a temas como las desapariciones, feminicidios y violencia vicaria por mencionar, algunas. 

“Una de las violencias que nos incluye a nosotros es la violencia cultural, son los comentarios que la gente dice cómo: de seguro andaban en malos pasos, por algo le pasó. Si nos fijamos bien esos comentarios son hechos desde el miedo porque te proteges al pensar que tu familia no anda en malos pasos, nadie va a desaparecer".

"Desgraciadamente esta situación ya no es de si haces algo bueno o malo, esta situación está tocando a cada uno de nosotros y cada uno de nuestras familias peligran en ser desaparecidas”. 

La violencia cultural es la raíz, el cimiento que sostiene a otras violencias como la estructural, que es ejercida por las instituciones gubernamentales, y la directa que son las agresiones físicas, verbales, emocionales ¿Pero cuál es más peor o grave? Las tres, comparte Marco. 

“Se vive al mismo nivel porque se sostienen ambas, si se sostiene la violencia cultural se sostiene la violencia estructural y la violencia directa. No hay una que sea más que otra, todas están unidas como si estuvieran agarradas de las manos y no se sueltan”.

• Es decir, si una sociedad piensa que los desaparecidos que son buscados por sus familiares andaban en malos pasos o que la mujer que lucha por tener a sus hijos de vuelta cuando son retirados por su progenitor, tiene una razón de ser y que la mala o el malo son las víctimas, el gobierno no va hacer nada para que la ola de violencia pare, argumenta Marco y Ana Paula.