Territorios Palestinos.
Israel bombardeó el lunes la Franja de Gaza y prosigue su ofensiva militar contra el movimiento islamista palestino Hamás, después de sendos ataques contra un campo de desplazados y una escuela que dejaron más de 100 muertos en los últimos días.
Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, denunció las "masacres" cometidas por Israel contra "civiles desarmados" en Gaza y anunció el domingo que se retiraba de las negociaciones indirectas para un alto el fuego.
Testigos y rescatistas dieron parte el lunes de disparos de artillería en varios barrios de Ciudad de Gaza, en el norte del asediado territorio palestino.
También se registró un bombardeo en el campo de Al Maghazi, en el centro, que dejó cinco muertos, incluido tres niños, indicó la Media Luna Roja palestina.
En Nuseirat, en la misma zona, hubo disparos de artillería, según testigos.
Al menos 22 personas murieron el domingo en una escuela gestionada por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en esa localidad, indicó este lunes el Ministerio de Salud gazatí, que revisó al alza un balance anterior de 15 decesos. Ese centro albergaba a "miles de desplazados", según la Defensa Civil.
Fue la quinta escuela bombardeada en ocho días en la Franja de Gaza.
Israel afirma que Hamás y otros grupos utilizan las escuelas, los hospitales y otras infraestructuras públicas con fines militares.
El grupo islamista, calificado de organización "terrorista" por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, niega esas acusaciones.
- En el sur del territorio, testigos reportaron disparos de helicópteros en los alrededores de Jan Yunis y Rafah.
Negociaciones en pausa
El ejército anunció que eliminó la víspera a "una célula terrorista armada con lanzacohetes" durante combates en Rafah. También se eliminó a "numerosos terroristas" en el centro del territorio, añadió.
Bombardeos israelíes mataron el sábado a 92 palestinos en el campo de desplazados de Al Mawasi, cerca de Jan Yunis en el sur de Gaza, según Hamás. Hace varios meses Israel había declarado el sector como una "zona humanitaria" donde los desplazados podían refugiarse.
Israel indicó que el ataque apuntó contra dos altos dirigentes de Hamás, Mohamed Deif, su jefe militar, y Rafa Salama, un comandante del grupo en Jan Yunis. Ambos fueron presentados como "dos cerebros de la masacre del 7 de octubre" que desencadenó la guerra.
El ejército anunció que Salama murió en el bombardeo. Deif, en cambio, está vivo, indicó un alto cargo de Hamás.
El conflicto estalló cuando comandos islamistas mataron en octubre a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató a 38.584 personas en Gaza, también civiles en su mayor parte, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Tras meses de negociaciones infructuosas, el grupo islamista anunció el domingo que se retiró de las conversaciones para una tregua, lideradas por Catar, Egipto y Estados Unidos.
No obstante, el movimiento "está dispuesto a retomar las negociaciones" cuando Israel "muestre seriedad para concluir un acuerdo de alto el fuego" y la liberación de los rehenes en Gaza a cambio de presos palestinos encarcelados en Israel, indicó un responsable de Hamás.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, siempre ha afirmado que continuará con la guerra hasta destruir a Hamás y conseguir la liberación de todos los rehenes.
Este lunes, el canciller británico, David Lammy, volvió a pedir un "alto el fuego" durante su primer viaje a Oriente Medio desde su nombramiento tras las elecciones británicas del 4 de julio.
"Espero que pronto logremos un alto el fuego y que podamos mitigar el sufrimiento y las intolerables pérdidas de vidas humanas que estamos viendo actualmente en Gaza", declaró Lammy en Jerusalén, durante un encuentro con el presidente israelí, Isaac Herzog.