Descubren una vulnerabilidad para vencer la resistencia a los fármacos de ciertos cánceres
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Vigo.

Un equipo científico internacional de la Universidad española de Vigo (UVigo) descubrió un nuevo mecanismo molecular capaz de restringir la capacidad de las células tumorales para reparar su ADN, la principal forma de defensa frente a los fármacos, informa este miércoles el citado centro académico. 

La investigación, fruto de más de siete años de trabajo y publicada en la revista científica Nature Communications, identifica la proteína conexina 43 como una nueva y potente diana terapéutica capaz de frenar el crecimiento de los tumores y evitar la aparición de resistencia a los tratamientos e incluso revertirla cuando ya se ha producido, según un comunicado de la UVigo.

El avance se centra en tumores con una mutación en el gen BRAF, presente en más del 60 % de los casos de melanoma y en ciertos cánceres de colon, pulmón o mama. 

Esta mutación activa una vía que desencadena la proliferación descontrolada y la supervivencia de las células tumorales que la poseen, según el estudio liderado por la doctora María Mayán del Centro de Investigación en Nanomateriales y Biomedicina de la UVigo.

Actualmente existen terapias dirigidas contra este tipo de patologías, como los inhibidores BRAF/MEK, “que han supuesto un antes y un después en oncología”, asegura la doctora Mayán. 

Sin embargo, con ellos "no llegamos a todos los pacientes, porque un alto porcentaje son resistentes a estas terapias y, de los que responden, entre un 60 y un 80 % también acaban desarrollando resistencia", añade en la nota.

Para hacer frente a este problema, el grupo de investigadores puso en marcha un proyecto multidisciplinar e internacional dirigido a encontrar una solución a esta resistencia y evaluar estrategias que permitan evitarla. 

En el proyecto colaboraron veinte centros de investigación europeos, que han descubierto un mecanismo que hace a las células tumorales más vulnerables. 

El estudio contó con la financiación europea del programa Horizon 2020.

El trabajo desvela por qué estas células tumorales se deshacen de la proteína conexina 43 para sobrevivir y cómo, al restaurarla, se las puede “desarmar” y conducir a la muerte celular. 

  • El mecanismo demostró reducir el crecimiento tumoral y prevenir recaídas en modelos preclínicos animales.

Esta proteína interfiere con la vía principal que utiliza la célula cancerosa para reparar el daño en su ADN. Actúa como un freno, obligando a la célula a usar vías de reparación alternativas mucho menos eficaces. 

Como resultado, el daño se acumula hasta un punto insostenible, provocando que la célula entre en un estado de no proliferación —senescencia— o directamente muera.

Este efecto se multiplica al combinarlo con fármacos que también dañan el ADN de las células tumorales, como los inhibidores de BRAF/MEK, desencadenando lo que se conoce como "letalidad sintética".

El equipo generó una estrategia terapéutica eficaz, demostrada como prueba de concepto en este estudio, según Mayán, y ahora está "buscando apoyo para poder trasladarla y llegar a los pacientes en el futuro".