Madrid
Aunque en su último disco amenace con actuar como 'Houdini', la aparición estelar de Dua Lipa en la apertura de Mad Cool 2024 ha sido más cosa de un acto de magia propia que de los artificios y trucos de ilusionismo que se presuponen a toda estrella de pop global.
La angloalbanesa ha sido el imán que, en pleno miércoles, ha atraído a buena parte de las más de 56.000 personas que, según la organización, han asistido a esta jornada inaugural, a menos de 2.000 del nuevo aforo máximo del recinto Ibedrola Music.
Poco queda ya de la promesa más apocada que trajo a este mismo festival su primer álbum en 2019, no solo por el enorme crecimiento de su repertorio, especialmente tras el éxito /de crítica y público de 'Future Nostalgia' (2020), o por sus mejores dotes como bailarina o por su propuesta escenográfica, la más ambiciosa de este día.
Su éxito en Mad Cool 2024 también tiene que ver mucho con su mayor carisma y peso en el escenario, por una voz sólida entre tanto movimiento y por su cercanía incluso en un "show" de guión tan cerrado.
"Me siento muy afortunada y bendecida. La gente aquí en España tiene muchísima luz y amor, me llenan de energía"
, ha dicho en español a mitad de su actuación, emocionada y entre un gran aplauso de vuelta por parte de sus admiradores.
Que se avecinaba un gran espectáculo ya se podía intuir no solo por las grandes críticas de su reciente paso por Glastonbury, también por la colosal estructura metálica que la acompaña, con dos escaleras que se retuercen de manera transversal al escenario.
Lo ha corroborado el explosivo arranque con la reciente 'Training Season', extraída de su tercer y último álbum, 'Radical Optimism' (2024), rodeada por sus músicos, sus dos coristas y sobre todo por una decena de bailarines que no paran en todo el número.
La energía no decae, a pesar de las tres transiciones que interrumpen las canciones en vivo, montadas para ofrecer otra perspectiva de sus temas con curiosas proyecciones y, aparentemente, para darle un respiro a la protagonista, ya que no ha habido cambios en su vestuario inicial, compuesto por minifalda y top plateados.
No se sabe si por las reseñas mediocres que ha recibido 'Radical Optimism', pero el repertorio parece más diseñado como una gira de grandes éxitos, lo que redunda en obtener el favor del público.
Es más, de los 17 cortes del repertorio del concierto, si hubiese un protagonista, sería 'Future Nostalgia', del que suenan hasta 7 canciones, frente a las 5 de su último álbum, además de sencillos como su versión disco del 'Sacrifice' de Elton John, rebautizada como 'Cold Heart', o su colaboración con Calvin Harris 'One Kiss'.
Tras haber convencido de sobra con su directo (sin tanta voz pregrabada de la que abusan otros artistas), cierto es que el broche lo pone el reciente 'Houdini', pero tras poner a los asistentes en ebullición con sus golpes de melena y dos de sus grandes éxitos, 'Physical' y 'Don't Start Now'.
Accesos fluidos, mucho calor.
Mad Cool arrancaba varias horas antes de la actuación de Dua Lipa, cuando sobre el Iberdrola Music arreciaban unos 34 grados de sol sin nubes a la vista, lo que ha pesado al público e incluso a algunos músicos del cartel.
Esta vez, para la buena marcha del festival en su nueva casa, ha sido al menos con accesos fluidos, sin esperas ni atascos, para quienes se han atrevido a acercarse a la apertura a disfrutar de artistas tan interesantes como la cantautora de Nashville Soccer Mommy o el pulso melódico de los británicos Tom Odell y James Arthur.
Ha sido en los momentos más anticlimáticos de un mes de julio madrileño, que también ha sufrido la estadounidense Janelle Monáe, recuperada tras su baja inesperada en 2023.
Con un gran "show" en el que no han faltado referencias directas a la situación en Gaza, la homofobia o el fascismo y en el que ha vestido, entre otros modelos, un traje que simulaba una vagina.
- Acompañada por bailarinas, sección de metales, bajo, guitarra y batería, ha ofrecido un arrollador directo con su estilo heredero del soul y con altas dosis de hip hop, aunque apenas ha consiguido que el público olvidara el abrasador calor y se involucrara todo lo que cabría esperar.
"Si me veis actuar raro, ya sabéis por qué es", ha señalado justo después Shirley Manson, la voz de Garbage, envuelta en tules que solo dejaban al aire sus níveos brazos escoceses, "poco acostumbrados" a los rigores del sol español.
La de esta banda que ya lleva 30 años visitando este país, como ha recordado su cantante y compositora, ha sido una de las apuestas por la nostalgia, pues aunque el grupo haya seguido lanzando material, los asistentes solo han reaccionado con clásicos como 'I Think I'm Paranoid', 'Cherry Lips', dedicada al público LGTBiq+, 'Only Happy When It Rains' o 'When I Grow Up'.
En una jornada con mucho talento emergente en los escenarios menores como el de la catalana Julieta o la sudafricana-británica Kenya Grace, la nostalgia de The Smashing Pumpkins también ha sido la opción para cerrar esta apertura en torno a la medianoche, en un intento por minimizar las quejas de los vecinos cercanos a Mad Cool.