Ecuador elige presidente agobiado por la violencia narco
Fotografía: Rodrigo BUENDIA / AFP




 Quito, Ecuador.

El presidente de Ecuador Daniel Noboa y la opositora Luisa González, afin al exmandatario socialista Rafael Correa, se medirán el domingo en un duelo por la presidencia con un desafío clave: detener la guerra de bandas criminales que lucran con el narcotráfico.

Ubicado en el Pacífico y con una economía dolarizada, Ecuador se convirtió en una apetecida ruta para el tráfico de droga y un centro de acopio del alijo disputado por organizaciones enfrentadas a muerte.

La creciente violencia renovó las preocupaciones en un país que hasta hace unos años era un oasis entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína.

"El primer problema en el que piensan los ecuatorianos es en la seguridad, seguido del tema económico", dice a la AFP la politóloga Tatiana Quinga.

Además, los ecuatorianos resienten los estragos de un estado endeudado (casi 50.000 millones de dólares, 40% del PIB), con una pobreza de 28% y concentrado en financiar la costosa guerra contra el narco.

"Estamos tratando de sobrevivir (...) en un escenario de policrisis, donde las necesidades son muchísimas", explica Quinga.

La intención de voto la lideran Noboa, del partido ADN, y Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana y delfina del exgobernante socialista Rafael Correa (2007-2017).

Entre los 16 candidatos predominan las propuestas encaminadas a apaciguar la nación, que pasó de tener 6 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a un récord de 47 por cada 100.000 en 2023. El gobierno de Noboa ha logrado bajarlos a 38.

La mayoría de encuestas no anticipa una definición en primera vuelta y señalan que habría que esperar hasta el 13 de abril para conocer al futuro gobernante (2025-2029) de este país de 17 millones de habitantes.

  • Los ecuatorianos ejercerán el voto obligatorio el domingo entre las 07H00 y 17H00 locales (12H00 y 22H00 GMT) para elegir un binomio presidencial, 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.

- Polarización -

Noboa y González son la expresión de un país dividido.

En el poder desde noviembre de 2023, el presidente apuesta por la reelección. Con 37 años, es uno de los gobernantes más jóvenes del mundo, una imagen que explota en redes sociales donde es muy activo.

Con chaleco antibalas y al frente de espectaculares operaciones militares amasó apoyos como un político de mano dura contra el narco.

Noboa ganó comicios extraordinarios para completar hasta mayo el período de Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para evitar que el Congreso le destituyese tras un juicio político por corrupción.

En las antípodas, González aspira a ser la primera presidenta electa de Ecuador, con una agenda que promete más seguridad y respeto a los derechos humanos.

Ecuador elige presidente agobiado por la violencia narco

Fotografía:
Galo Paguay / AFP

Detrás se ubica la candidata Andrea González, aunque con una abismal diferencia en la preferencia electoral. En los comicios pasados, fue binomio del excandidato presidencial Fernando Villavicencio (centro), asesinado a balazos al salir de un mitin en Quito en 2023.

Más de 30 políticos han sido asesinados desde 2023 en Ecuador, donde candidatos denuncian amenazas y recorren calles rodeados de fuertes dispositivos de seguridad.

Aunque sin suficiente apoyo, el indígena Leonidas Iza aspira a dar la sorpresa. Gane o pierda, el poderoso movimiento de pueblos originarios que lidera es una fuerza capaz de derrocar presidentes y acorralar a gobiernos, apuntan analistas.

Correa se refugió en Bélgica cuando dejó el poder en 2017. Fue juzgado en ausencia por corrupción, condenado a ocho años de cárcel y es blanco de una orden de captura. El expresidente niega todas las acusaciones.

- Un año, varias crisis -

Maniatado por la Constitución para hacer campaña, Noboa tiene a sus 18 meses de gobierno como carta de presentación.

Aunque muy popular, organismos de derechos humanos denuncian que detrás de su plan de seguridad hay abusos. Cuatro niños fueron asesinados y calcinados en Guayaquil tras un operativo militar, en un caso todavía en investigación.

"El común de los ciudadanos observa con muy buenos ojos la militarización de las calles porque el militar ecuatoriano no es mal visto", a diferencia de lo que sucede en otros países de la región que vivieron dictaduras, sostiene el politólogo Santiago Basabe, de la privada Universidad San Francisco de Quito.

Noboa también enfrentó una crisis diplomática con México por ordenar una incursión armada en su embajada para detener al asilado exvicepresidente de Correa Jorge Glas, así como una inédita sequía que derivó en apagones de hasta 14 horas diarias.

Su gobierno además estuvo marcado por una mala relación con el Legislativo y con su vicepresidenta Verónica Abad, que debió marcharse a regañadientes tras ser enviada por Noboa como embajadora a Israel y luego a Turquía.

Abad acusa a Noboa de violencia de género tras sus intentos de suspenderla del cargo y él dice que fue un "error" escogerla como dupla.

Pero los traspiés no parecen hacer mella en la imagen presidencial.

A pesar de "haber hecho casi nada, hizo quizás un poco más que los otros gobiernos. Y la gente eso lo valora bien", señala Basabe.