Instituto Corazón de la Tierra expresa preocupación por impacto del nuevo acueducto Guadalajara-Chapala




Ocotlán, Jalisco

Ante el reciente anuncio del Gobierno del Estado de Jalisco sobre la construcción de un nuevo acueducto que conectará el Lago de Chapala con la Zona Metropolitana de Guadalajara, el Instituto Corazón de la Tierra expresó preocupación por los posibles impactos ambientales y sociales que este proyecto podría ocasionar.

Uno de los aspectos que causa preocupación e incertidumbre, es la limitada socialización de la obra con las comunidades afectadas y demás sectores involucrados.

El Lago de Chapala, con más de siete millones de años de antigüedad, es el lago más antiguo de América y el cuerpo de agua natural más grande de México. 

Actualmente, el 62% del agua que consume la ZMG proviene de este lago, mediante una concesión federal de 240 millones de metros cúbicos anuales autorizado por CONAGUA.

El nuevo proyecto de acueducto, busca mejorar la eficiencia en la conducción de agua. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho público un diagnóstico técnico que justifique su construcción, ni se han presentado estudios sobre sus impactos.

Frente a esta situación, el Instituto Corazón de la Tierra planteó lo siguiente:

  • Establecer una Mesa de Diálogo sobre el nuevo acueducto, donde se incluyan a representantes del Frente de Pueblos Unidos por la Ribera, la sociedad civil, la academia y otros actores clave, para analizar el proyecto con base en criterios técnicos, ambientales y de beneficio social.
  • Diseñar una estrategia integral de manejo de cuencas para el Lago de Chapala y el Río Zula, que ataque las causas estructurales de los problemas del lago y no solo sus consecuencias visibles.
  • Implementar un enfoque de Manejo Integral de Recursos Hídricos y de Cuencas Lacustres, con base en instrumentos como el Programa de Manejo del Lago de Chapala, la Ficha ILB y el Plan de Acción de la Cuenca Lerma-Chapala 2024–2034.

El Instituto Corazón de La Tierra también alertó sobre la necesidad de restaurar las zonas forestales que alimentan al lago, las cuales se encuentran degradadas y de reducir la contaminación por agroquímicos, responsable de fenómenos como la proliferación de lirio acuático.

Aseguraron que para lograr la conservación del lago, se requiere gobernanza sólida, participación ciudadana, decisiones informadas y visión a largo plazo. 

Enfatizaron que de esto depende el acceso al agua de más de 7 millones de personas, así como la preservación de uno de los ecosistemas más valiosos e importantes del país.