Zapotlán El Grande, Jalisco. 

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, una mala alimentación durante el embarazo tiene repercusiones maternas y fetales. En el caso de la madre, una ingesta excesiva de carbohidratos incrementa los riesgos de diabetes gestacional o preeclampsia (enfermedad hipertensiva) mientras que una desnutrición puede causar abortos espontáneos y partos prematuros.

La nutrióloga del Centro de Salud 2 en Ciudad Guzmán, Yoly Sánchez, explicó que, debido a la dieta en México, un gran sector de la población suele tener obesidad, y en mujeres embarazadas esto puede traer problemas no solo a la madre sino al bebé.

La nutrióloga enfatizó en consumir alimentos procesados o ultra procesados como embutidos o grasosos, comida picante, así como refrescos que puedan estimular el ácido clorhídrico y afectar al feto.

Yoly Sánchez agregó que para que el bebé pueda nacer sano es necesario consumir ácido fólico o alimentos altos en calcio, hierro y yodo como frutas, verduras o cualquier alimento natural, además de semillas como nueces o almendras y grasa vegetal como aguacates.

Por último, Yoly Sánchez invitó a las mujeres embarazadas a acudir con un nutriólogo durante esta etapa para evitar problemas de salud tanto para la madre y el bebé o bien evitar comida grasosa o procesada.