Marine Le Pen, de normalizar a la ultraderecha en Francia a quedar fuera de juego
Fotografía: Ludovic MARIN / AFP




 París, Francia.

Marine Le Pen logró instalar a la extrema derecha como un actor ineludible, al suavizar su imagen sin renunciar a su programa, pero una condena se interpuso en el camino que la acercaba a la presidencia de Francia.

La política de 56 años parecía tener todo a favor para hacerse con las llaves del Elíseo en 2027, más de una década después de heredar las riendas del partido histórico de la extrema derecha de su padre Jean-Marie Le Pen.

Una inhabilitación para presentarse a las elecciones "sería sin duda una decisión profundamente antidemocrática", advirtió el pasado martes Le Pen, en vano. La justicia le impuso 5 años, con efecto inmediato.

Sin un candidato claro del oficialismo a suceder al actual presidente centroderechista Emmanuel Macron en los comicios, su rival en los balotajes de 2017 y 2022 aparecía en posición de fuerza en los sondeos.

Le Pen vio además como sus ideas contra los migrantes ganaban terreno en una Francia cada vez más derechizada, pero también en un mundo donde los populistas ganan terreno, como en Italia, Hungría, Argentina y Estados Unidos.

Desde el regreso de Donald Trump, "el mundo y Europa están viviendo una aceleración de la historia", dijo Le Pen en febrero ante la extrema derecha europea reunida en Madrid. "Estamos ante un verdadero cambio", agregó.

Esta abogada de formación, de inconfundible melena rubia, construyó su ascenso sumando las principales preocupaciones de los franceses como la seguridad o el poder adquisitivo al tradicional discurso antimigrantes de su partido.

  • De forma metódica, la actual diputada francesa logró desprenderse del pasado racista y antisemita de su padre Jean-Marie Le Pen, de quien heredó en 2011 el mando del Frente Nacional (FN), rebautizado en 2018 Agrupación Nacional (RN).

Sus esfuerzos por la normalización la llevaron incluso a expulsarlo en 2015 del partido que fundó, una decisión que "nunca" se perdonará, afirmó recientemente tras el deceso del patriarca en enero.

- Imagen popular -

La política, nacida el 5 de agosto de 1968 en Neuilly-sur-Seine, una ciudad acomodada al oeste de París, buscó en los últimos años dar una imagen popular, con visitas a mercados, subida en tractores o con entrevistas íntimas.

En estas últimas, suele presentarse además como una agricultora, criadora de gatos, en un intento de normalizar su imagen y socavar el "frente republicano" de partidos en su contra en la segunda vuelta.

Desde su feudo de Hénin-Beaumont, en la otrora próspera cuenca minera del norte de Francia, se presentó como una "madre de familia" dispuesta a defender a los franceses más "vulnerables".

Marine Le Pen, de normalizar a la ultraderecha en Francia a quedar fuera de juego

Fotografía: Alain JOCARD / AFP

Pero a su vez abogaba por reservar las ayudas sociales a los franceses y acabar con la reagrupación familiar de los migrantes, así como por combatir la "ideología islamista" o prohibir el velo en el espacio público.

A nivel internacional, la invasión rusa de Ucrania en 2022 le hizo distanciarse del presidente ruso, Vladimir Putin, y progresivamente dejó atrás los reclamos más polémicos de su partido, como la salida de Francia del euro.

Consagración última de su estrategia, Serge y Beate Klarsfeld, famosos cazadores de nazis, consideraron en 2024 que RN evolucionó "positivamente" respecto a los "judíos" y al "apoyo a Israel", por lo que se volvió frecuentable.

- "Muerte política" -

Según un sondeo de Ifop publicado el domingo, entre un 34% y un 37% de franceses estaba dispuesto a votarla en la primera vuelta de la presidencial de 2027. En otro de Odoxa, aparecía como la política con mayor adhesión popular.

Marine Le Pen, de carácter firme y ojos claros, se presenta como una "mujer moderna" y soltera. Esta madre de tres hijos se divorció dos veces, se separó de su última pareja y vive con una amiga de infancia a la que acogió.

Por el momento, no dejó entrever qué hará ahora. A nivel del partido, ya dejó entrever en noviembre que su candidato para la presidencial podría ser ahora Jordan Bardella, el popular y joven presidente de RN de 29 años.

Y la estrategia ya empezaron a prepararla desde el inicio del juicio en septiembre. En noviembre, Le Pen se presentó como víctima de una justicia que quería su "muerte política".

Marine Le Pen, de normalizar a la ultraderecha en Francia a quedar fuera de juego

Benoit PEYRUCQ / AFP

"Para muchos votantes, dirigentes y militantes de RN, el 'sistema', por usar su término, ya les ha robado las elecciones" e "intentaría bloquear su camino hacia al poder", según el analista de Ifop, Jérôme Fourquet, a la radio RMC.