Sin techo y sin política: la deuda con las personas en situación de calle
Imagen: Guillermo Tovar




Zapotlán el Grande, Jalisco.

“Yo nunca me imaginé vivir esta vida, y pasar por esto... pero fíjense dónde estoy. Y para qué le digo que no, la vergüenza era mucha, me daba vergüenza que la gente me viera juntando basura, pero ¿cuál vergüenza?, de aquí de la basura me sale pa’ comer...”.

Así habla Jesús, un hombre joven que desde hace dos años vive en situación de calle en Zapotlán el Grande. Su historia, como la de muchas otras personas que viven a la intemperie, está marcada por la pérdida, la desprotección y, también, la resiliencia.

Jesús tenía una vida aparentemente estable: trabajo fijo, matrimonio y una hija. Sin embargo, la muerte de su esposa trastocó todo. Perdió su empleo y, con el tiempo, también su hogar. Con su pequeña hija a cuestas, intentó resistir en las calles, pero no pudo sostenerla.

El DIF decidió hacerse cargo de la menor, ante la falta de condiciones para garantizarle una vida digna.

Sin techo y sin política: la deuda con las personas en situación de calle

Imagen: Guillermo Tovar

“Todo por no tener dónde vivir, pero no dejo de echarle ganas, tengo la esperanza de volver a verla, no sé cuándo… No sabía qué hacer yo con ella, la saqué adelante. Nomás por envidia me la quitaron, pero yo donde quiera andaba con mi niña, vivía aquí, la encargaba en otro lado. Donde quiera andábamos juntos, y es triste pues, es lo único que me dejó su mamá...”.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor de 5 mil 700 personas viven en situación de calle en México. En Zapotlán el Grande, el Sistema DIF tiene identificadas a 40.

Algunas se refugian en vías públicas, otros más en sitios abandonados, como el viejo edificio de la CONASUPO, donde conviven aproximadamente 10 personas que, por diversas razones, llegaron a esta condición.

Sin techo y sin política: la deuda con las personas en situación de calle

Imagen: Guillermo Tovar

  • El académico José Cruz Guzmán Díaz, coordinador de la maestría en Derechos Humanos del Centro Universitario del Sur y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, considera que no basta con atender la situación desde las instituciones: también la sociedad debe involucrarse. Escuchar sus historias, entender su contexto y reconocer su derecho a decidir, es parte fundamental de una solución integral.

“Desafortunadamente y quizá de manera inconsciente como sociedad, le atribuimos esta responsabilidad directa al municipio o al estado, pero considero que es una responsabilidad común.

El municipio debe desarrollar políticas de seguimiento, pero la sociedad, las organizaciones y las instituciones también debemos participar. Ese sector debe ser escuchado, debe ser atendido y también debe comprometerse. Debe ser un trabajo en conjunto para sacarlos de esa necesidad, porque en realidad no tenemos claro por qué alguien llega a esa situación”.

Sin techo y sin política: la deuda con las personas en situación de calle

Imagen: Guillermo Tovar

Desde el DIF Zapotlán el Grande los casos de personas en situación de calle no son algo fuera de su conocimiento.

El presidente Alberto Guerra Sotomayor asegura que han realizado múltiples intentos por brindar ayuda: ofrecen comida, atención médica y alternativas de rehabilitación, ya que muchos tienen adicciones a diversas drogas, desde el alcohol hasta el famoso “cristal”. No obstante, reconoce que la mayoría de las personas rechazan este tipo de apoyo.

“Y algunos eran los casos de que venían por trabajo y se quedaron, otros por problemas familiares, otros por adicción. Y de Guzmán sólo son 7 u 8 personas. También porque ya es un modo de vida que ellos quieren tener, ese es el detalle… Es difícil.

Hemos ofrecido hasta servicios médicos, tenemos varios casos bien identificados, pero es difícil porque no quieren ayuda. No depende de uno. Mucha gente nos dice ‘oye, ¿por qué no haces nada?’. Claro que no, tengo reportes, mando trabajo social, mando doctor, y no es tan fácil lidiar con ellos, ese es el detalle...”.

Mientras la ayuda institucional parece no ser suficiente, Jesús ha encontrado su propia manera de sobrevivir. Cada noche recorre las calles recolectando cartón, plástico, vidrio y metal que luego vende. Regresa alrededor de las tres o cuatro de la madrugada

“Pues ya cuando amaneces otro día, es que ya la libraste, ya la saliste. Y ya cuando dices ‘estoy vivo’, ya la libraste”.

Aunque ha recibido propuestas para ir a un albergue, Jesús rechaza la idea de depender de alguien más, prefiere mantenerse por sus propios medios, aunque sea de la basura

“Pero a veces ellos no piensan la manera en que nosotros necesitamos un espacio para poder hacer nuestras cosas. No tenemos otro medio de trabajo. ¿Por qué no ofrecen una vivienda donde podamos hacer todo esto? Pero uno sabe trabajar en muchas cosas”.

El académico José Cruz coincide: ofrecer techo sin garantizar medios de subsistencia solo mitiga parcialmente el problema, incluso personas que tienen una vivienda enfrentan carencias similares.

“Sin duda, esta parte tiene que estar vinculada a un trabajo colaborativo. La decisión del municipio debe partir del escucha, del apoyo y colaboración de otras instituciones. Podemos construir una política pública de acompañamiento, primero para personas en situación de calle, pero también para otros sectores que, aunque no vivan en la calle, tienen las mismas necesidades u otras parecidas”.

Como parte de la respuesta institucional, el DIF municipal planea, junto al DIF Jalisco, construir un albergue permanente con capacidad para 40 personas, la idea es que no solo se les dé refugio, sino también acompañamiento para su reinserción social.

“El proyecto no busca solo darles alojamiento. El objetivo es reinsertarlos a la sociedad. Se busca más bien decirles ‘sí, te recibo’, pero voy a buscar los elementos para que puedas volver a integrarte. Lo que vemos es que hay gente que se resiste a reintegrarse. El proyecto es más bien qué vamos a hacer con ellos, hacia dónde los vamos a canalizar”.

De los 40 casos detectados por el DIF Zapotlán, sólo 7 u 8 personas son originarias del municipio; el resto llegó por trabajo, principalmente en el sector agrícola, pero quedaron desamparados al ser despedidos o renunciar por malas condiciones laborales.

Tal es el caso de Trini, originaria de Arandas, Jalisco, y Alex, del Estado de Veracruz. Ambos trabajaban en estas empresas agrícolas, quienes abandonaron todo con tal de buscar una mejor oportunidad, algo que nunca ocurrió.

“Si, hemos andado de allá pa’cá, pero como le digo a ella, de que a veces me da tristeza de estar así y que la gente nos trate de ignorantes”.

Ante este panorama, la presidenta municipal, Magali Casillas Contreras, ha iniciado reuniones con empresarios del sector agrícola para buscar soluciones y evitar que más personas terminen viviendo en la calle.

“Entonces, sí estamos teniendo estas reuniones con las áreas competentes, precisamente para planear una ruta. Aprovechando que tenemos una buena relación con DIF Jalisco, estamos buscando alternativas a través de la Secretaría de Salud para ver cómo podemos coordinarnos. Estamos ocupados en definir una estrategia que pueda darles atención oportuna”.

Sin embargo, los casos de personas en situación de calle son un tema que debe tratarse de fondo. José Cruz apunta a la falta de políticas públicas claras y leyes específicas que regulen la atención a las personas en esta condición. A ello se suma la discriminación social que muchas veces sufren.

“Además de esa ausencia clara de política pública establecida, tendríamos que revisar qué leyes tenemos con claridad sobre qué debe hacerse en estas situaciones. También debemos trabajar en los mecanismos de discriminación que socialmente se manifiestan hacia este sector y que, al final, inconscientemente, como sociedad llevamos a cabo”.

A pesar de todo, Jesús mantiene una meta clara: salir adelante, como sea, incluso si su cuerpo llegara a fallar, él asegura que no dejará de buscar la manera de ganarse la vida.

“Y si no me quedara nada de mi cuerpo, me dedico a cantar. El chiste es salir adelante, ¿por qué si no cómo? ¿Verdad? Sí se puede, si otros (pueden), ¿por qué uno no?”.

Sin techo y sin política: la deuda con las personas en situación de calle

Imagen: Guillermo Tovar

Pero queda una pregunta de fondo: ¿Qué hacer con quienes no desean recibir ayuda? ¿Hasta dónde puede y debe intervenir la sociedad? ¿Se puede forzar a alguien a dejar una vida que eligió, aunque sea por necesidad, o a desalojarlo de un lugar que considera hogar? Esto opina José Cruz:

“Claro que no, debe ser un trabajo de sensibilización y de apoyo integral. Las personas pasaron un proceso de un Estado a otro, lleva una ruta que debe atenderse, debe cuidarse y debe respetarse. Insisto, esa decisión debe respetarse.

Entonces, nos correspondería más pensar en una política pública para atender. Y quizás, cuando la persona vea que hay una estructura clara y definida, por sí sola la tome.”

Por ahora, el albergue es una promesa para este año. Norma Cecilia Ruíz Cárdenas, directora del DIF municipal, confía en que antes de 2026 sea posible concretarlo, pues sólo faltan gestiones para su equipamiento.

“Yo espero que sí, que sea ya en realidad este año. Realmente sí le estamos metiendo todos los kilos para que sea lo antes posible. No todo depende de nosotros, también estamos esperando recursos del Estado.

Ya tenemos el visto bueno, pero lógico, también tenemos que seguir un proceso. Pero nuestra intención, y la de la presidenta, es que sea este año”.

Mientras tanto, las personas en situación de calle siguen esperando entre techos improvisados y días inciertos. Para José Cruz, más allá de las acciones institucionales, el cambio real comienza con la empatía.

“Yo creo que como sociedad –y hablo de la región– vamos avanzando. Día a día materializamos esos derechos humanos. Esos actos extraordinarios en los que nos organizamos como sociedad para dar alimento a quienes lo requieren”.

Esta es una de muchas historias que podemos encontrar en las calles de Zapotlán de personas que viven en situación de calle y de quienes, al igual que tú, buscan la manera de salir adelante, pues tienen deseos, anhelos, ilusiones y gustos.

“No hay que sentirse que uno está en una vida de lo peor, no es lo peor. Si tú lo ves, no es lo peor… porque hasta la basura te da dinero”.


Guillermo Tovar