Guadalajara, Jalisco
Ya pasaron seis meses desde que Ulises Calva Bravo de 23 años se convirtió en el primer trasplantado de pulmón bilateral del Occidente del país y aunque ha sido todo un reto la rehabilitación pulmonar, ha vuelto a retomar su vida e incluso a poder respirar sin sentir ahogo:
“Me ha ido de maravilla, mi vida cambió por completo, de no poder hacer nada a poder hacer todo y pronto espero que todo.
Antes no salías de tu casa, no, no podía salir y si salía era con oxígeno, limitado, con tiempo y te juro que una sensación horrible aún con oxígeno tratar de jalar aire y sentir que me ahogaba”.
Y aunque todavía le falta reforzar más sus nuevos pulmones, tiene la esperanza de muy pronto poder retomar sus proyectos, como estudiar, ahora lo que le falta es que la Universidad de Guadalajara traiga a la Zona Metropolitana la carrera que quiere estudiar o que le den una beca en ingeniería en videojuegos:

Fotografía: Rocío López
“La UdeG en este caso que pueda traer la carrera aquí, o si no estoy buscando una beca, hace poco hablé con una escuela que tiene la carrera que siempre he querido estudiar y cuando hablé con ellos, muy comprensivos, muy humanos, van a buscar la manera de conseguir una beca.
Incluso yo echarle ganas para conseguir una beca porque la verdad quiero aprovechar la vida al máximo y si quiero aprovechar la vida, que sea en algo en lo que yo quiero”.
Su mamá, Griselda Bravo Sánchez, así recordó como fue el inicio de estos seis meses del trasplante de su hijo:
“Al principio de locura, porque te llevas a casa con muchos medicamentos, terapias, médicos todos los días, enfermeros, y cuidar que no haya rechazo, pero después de eso viene la calma y la verdad hemos sido muy felices de ver a Uli respirar por sí mismo, que esté bien”.

Fotografía: cortesía