Berlín.

Unas 457.000 personas se manifestaron en Alemania contra el extremismo de derecha este fin de semana, de acuerdo con datos preliminares del Ministerio de Interior.

El citado ministerio contó esta cantidad de participantes en 128 protestas. De acuerdo con un portavoz, debido a la falta de números de los estados federados de Hamburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental y Sarre, se trata de un número provisional.

La Policía informó que más de 150.000 personas se reunieron el sábado frente al edificio del Reichstag en Berlín para manifestarse a favor de la democracia y la tolerancia. Los organizadores hablaron de 300.000 personas.

El canciller alemán, Olaf Scholz, agradeció hoy a los manifestantes. "Si hay algo que no puede volver a haber en nuestro país es una ideología nacionalista y racista.

Por eso es bueno que tanta gente participe en las manifestaciones", dijo hoy Scholz tras una reunión con personas de origen extranjero y representantes de organizaciones de inmigrantes.

El político destacó que casi una de cada cuatro personas en Alemania tiene orígenes ligados a la inmigración. "Alemania es nuestro hogar común", subrayó Scholz.

Añadió que, sin embargo, muchas personas están ahora preocupadas ya que se sintieron señaladas al promover los extremistas de derecha sus ideas sobre la deportación de personas de origen extranjero.

• Las protestas se vienen sucediendo en Alemania desde que el 10 de enero se conoció un informe del medio de comunicación Correctiv sobre una reunión de ultraderechistas en la ciudad alemana Potsdam el 25 de noviembre.

A la que también asistieron políticos de Alternativa para Alemania (AfD), así como algunos miembros de la Unión Demócrata Cristina (CDU) y del grupo conservador Werteunion.

El exjefe del movimiento identitario en Austria Martin Sellner confirmó a dpa que en la reunión habló sobre la "remigración". Cuando los extremistas de derecha utilizan este término, suelen referirse a que un gran número de personas de origen extranjero debe abandonar el país, incluso bajo coacción.

Según la investigación de Correctiv, Sellner nombró tres grupos a los que apunta: solicitantes de asilo, extranjeros con derecho a permanecer en el país y "ciudadanos no asimilados".