Washington, Estados Unidos.
La Corte Suprema de Estados Unidos examinará este martes un recurso contra la regulación federal de las "armas fantasma", que se venden en kits fáciles de montar, sin número de serie.
Los fabricantes y propietarios de armas se oponen a una norma de 2022 de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) que exige que las armas fantasma tengan números de serie, como las demás, y que los compradores se sometan a un control de antecedentes penales.
La norma de la ATF también exige que los vendedores de lo que se conoce como kits tipo "comprar-construir-disparar" tengan licencia y mantengan un registro.
El fiscal general, Merrick Garland, ha defendido la norma al amparo de la Ley de Control de Armas de 1968.
Estima que "dificulta a los delincuentes y a otras personas (...) la obtención de armas imposibles de rastrear".
Según cifras de la ATF, en 2021 se recuperaron casi 20.000 armas fantasma en escenas de crímenes en Estados Unidos. Una cifra que multiplica por diez la de 2016.
Las armas fantasma, algunas de las cuales incluyen piezas hechas por impresoras 3D, se venden en línea o en tiendas en kits que se pueden ensamblar en casa.
Los fabricantes de armamento y grupos de defensa de los derechos de las armas desafiaron la norma de la ATF.
Un juez federal de Texas (sur) dictaminó que la ATF se había extralimitado en sus competencias porque un cambio de este tipo necesita el visto bueno del Congreso.
El gobierno del presidente Joe Biden recurrió a la Corte Suprema de Estados Unidos después de que la sentencia del tribunal de distrito fuera confirmada por una corte de apelación de mayoría conservadora.
La Corte Suprema, por un estrecho margen de 5 votos a favor y 4 en contra suspendió la orden de los tribunales inferiores a la espera de los alegatos orales del martes sobre el caso.
- ¿Qué es un arma? -
Los grupos de defensa de los derechos de las armas alegan que un conjunto "incompleto de piezas no es un 'arma'".
- Añaden que los kits de armas fantasma no deben considerarse "armas de fuego" según la Ley de Control de Armas.
La asesora jurídica de la administración del presidente Biden, Elizabeth Prelogar, compara a los distribuidores de estos kits con el gigante sueco Ikea.
Si un Estado gravara los muebles con impuestos, "Ikea no podría evitar pagarlos alegando que no vende ninguno sino que vende 'kits de muebles' para que los monte el comprador", sostiene.
"Lo mismo ocurre con las armas: una empresa que se dedica a vender kits que pueden ensamblarse en armas de fuego funcionales en cuestión de minutos (...) se dedica a vender armas de fuego", argumenta.
La Corte Suprema se pronunciará sobre el caso antes de finales de junio de 2025.