Ciudad de México, México.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este lunes las críticas de Estados Unidos y Canadá, sus socios en el acuerdo de libre comercio T-MEC, ante la polémica reforma judicial que impulsa su gobierno.
"El tratado no es para que nosotros cedamos nuestra soberanía, el tratado es comercial, es para tener una muy buena relación económica (...), pero no es para que México se convierta en un apéndice, en una colonia, en un estado asociado", afirmó el mandatario en su habitual rueda de prensa matinal.
México presentó el viernes pasado una nota diplomática a Washington al acusar que el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, realizó una "declaración injerencista" en torno a la iniciativa de reforma al Poder Judicial, que propone la elección popular de jueces y magistrados.
El diplomático estadounidense había mencionado que la polémica propuesta del mandatario mexicano "amenaza" la relación comercial entre ambos países, al considerarla un "riesgo" para la democracia.
López Obrador calificó la declaración de Salazar de "desafortunada e imprudente" y la consideró "una burda actitud intervencionista".
La embajada de Canadá también señaló el jueves que existe preocupación entre los inversionistas de su país por la reforma. Al respecto, la cancillería mexicana informó que también preparaba una nota diplomática de protesta para esa delegación.
México es el principal socio comercial de Estados Unidos, tras desplazar a China en 2023. Ambos países junto con Canadá integran el tratado de libre comercio de Norteamérica (T-MEC).
López Obrador insistió durante la conferencia en que aún en el caso de que pudiesen aplicarse sanciones a México en el marco del T-MEC, el país tiene que "poner por delante" su soberanía.
"No podemos someternos, es la historia de México, es el sacrificio de mucha gente por lograr una patria libre, independiente, soberana. Eso está por encima de cualquier tratado", señaló el presidente izquierdista.
- El partido oficialista Morena, que logró una aplastante victoria en las elecciones del 2 de junio, busca impulsar la polémica reforma judicial en el nuevo Congreso que asume el 1 de septiembre y en el que tendrá una amplia mayoría.