MÉXICO
La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este martes que su Gobierno mantendrá una política exterior bajo "los principios constitucionales de la libre autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de las controversias" y la cooperación internacional para el desarrollo y la fraternidad con todos los pueblos del mundo.
"Nos corresponde siempre defender la grandeza de México y promover relaciones de respeto, nunca de subrogación.
Somos un país libre, democrático, soberano e independiente", remarcó Sheinbaum en su primer discurso dirigido a la población mexicana y a pocas horas de convertirse en la primera mujer presidenta de México, tras tomar protesta en una ceremonia oficial celebrada en el Palacio Legislativo del Congreso mexicano.
Desde la representativa plaza de la Constitución, mejor conocida como el Zócalo, Sheibaum recibió previamente de su discurso el bastón de mando de los 70 pueblos indígenas y afromexicanos del país, en un acto simbólico.
Ahí, la mandataria leyó su proyecto de gobierno, basado en 100 puntos, entre los que destacó, en primera instancia, dar continuidad a la llamada Cuarta Transportación, iniciada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, bajo una política de austeridad republicana.
En su discurso de poco más de dos horas, se comprometió a defender a los migrantes en el exterior, particularmente los que viven en Estados Unidos, al ser estos "un pilar" de la economía de México y del país vecino del norte.
"Siempre estaremos agradecidos y admirados por su trabajo, por el apoyo que le dan a sus familias cada mes y por ello siempre los defenderemos.
He encargado al canciller, Juan Ramón de la Fuente, que su principal tarea sea atender en Consulados de Estados Unidos y otros países a nuestros paisanos y paisanas con dignidad", aseveró.
Entre aplausos y vítores, Sheinbaum reafirmó una serie de promesas que dijo cumplirá durante su mandato hasta 2030, en cuestiones de salud, educación, seguridad, programas sociales, así como en materia económica, al tiempo que garantizó mantener la independencia del central Banco de México y promover la inversión pública y privada.
Previamente a su discurso, tres guías espirituales de diversas comunidades indígenas del sureño estado de Oaxaca y del central estado de México entregaron a la nueva mandataria el báculo de mando, un bastón elaborado de madera de cedro
y le hicieron una limpia y purificación, un ritual común entre las comunidades indígenas en México en festividades o reconocimientos de mando de sus líderes.
En el rito ancestral, en el que se colocaron flores, pan, hierbas e incienso, los indígenas evocaron a los llamados cuatro rumbos que representan los puntos cardinales (este, oeste, norte y sur), pidieron perdón a la madre Tierra, por presuntamente haberla ofendido o lastimado, y refrendaron su compromiso con su nueva líder.
En México el bastón de mando es un instrumento de reconocimiento hacia gobernantes, al tiempo que representa el compromiso de Gobiernos y liderazgos justos y eficientes en beneficio de las comunidades.
En esta ocasión, el ritual se celebra a unos días de aprobarse en México una iniciativa de reforma en materia de derechos para los pueblos indígenas y afromexicanos, un primer paso en el camino hacia una mayor inclusión y reconocimiento de los derechos de estas comunidades históricamente marginadas, reconoció Sheinbaum.
Sheinbaum, de 62 años de edad, ganó las elecciones del pasado 2 de junio con una amplia ventaja frente a sus contendientes y tomó posesión de su cargo poco antes de este mediodía en un acto oficial, al que además asistieron representantes de 105 países, de los cuales
- 16 fueron representados por sus mandatarios, además de 22 organismos internacionales.