París

París anunció este martes que va a adaptar el entorno la catedral de Notre Dame al cambio climático, transformando un aparcamiento en desuso en una entrada para los visitantes, entre otras actuaciones.

"El objetivo de este proyecto es ensalzar un lugar histórico situándolo en el contexto del mayor reto de nuestro siglo, que es el del calentamiento global"

, explicó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, al presentar el proyecto a la prensa.

Fotografía. EFE

El aparcamiento se reconvertirá en un espacio de acogida a la cripta del monumento, que sufrió un grave incendio el 15 de abril de 2019 que supuso su cierre mientras tienen lugar importantes trabajos de reconstrucción y restauración.

Igualmente, se convertirá en un espacio de paseo bajo tierra del que parisinos y visitantes podrán refugiarse del frío en invierno y del calor en verano, sin necesidad de pagar una entrada, pues aún no habrán accedido a la cripta.

El Ayuntamiento de París cuenta también con instalar vegetación en los alrededores de la catedral de Notre Dame, para ofrecer un refugio climático a la ciudadanía.

Las obras comenzarán en otoño del año próximo y terminarán en 2030, aunque a finales de 2028 ya estará lista buena parte de la transformación.

• A pesar de la transformación urbana, desde el exterior se podrá apreciar la vista habitual de la catedral de Notre Dame.

"Había un deseo de crear más espacios verdes, compartido unánimemente por los miembros de la Comisión (en referencia a la Comisión Nacional de Patrimonio y Arquitectura, la CNPA), pero también de preservar las vistas de la catedral"

, indicó Albéric de Montgolfier, senador que preside la CNPA.

El proyecto tendrá un coste de 50 millones de euros y comprenderá actuaciones en un total de 4,7 hectáreas de terreno, con 1.800 metros cuadrados serán espacios verdes, un 10 % más que ahora.

El próximo 8 diciembre está prevista la celebración de una misa en Notre Dame, que marcará también su reapertura a las visitas individuales, ya que los grupos no serán autorizados hasta febrero de 2025, según avanzó la pasada semana la diócesis de París.