Washington, Estados Unidos.
En Haití, cerca de la mitad de los integrantes de las pandillas son niños y niñas.
Según UNICEF, el número total de menores reclutados por grupos armados ha aumentado un 70 % en el último año, en medio de la crisis de seguridad más grave que enfrenta el país.
Pero, ¿Cómo llegan los niños a estas pandillas, por qué está pasando esto, y qué están intentando hacer las autoridades?
Estas son las claves.
¿Qué está pasando en Haití?
Para entenderlo hay que darle contexto a la situación.
Haití vive una profunda crisis desde 2021, cuando asesinaron al presidente de ese país.
Bandas fuertemente armadas se han apoderado de hasta el 85 % de Puerto Príncipe, la capital, y han expandido su control violento a casi toda la isla.
A pesar de la presencia de una misión multinacional de seguridad apoyada por la ONU para combatir las pandillas, la violencia ha aumentado drásticamente, lo que ha empeorado la crisis humanitaria.
Más de 700 mil personas han sido obligadas a abandonar sus casas, y según Naciones Unidas, aproximadamente la mitad son niños.
- Geeta Narayan, Representante de UNICEF en Haití.
“Estimamos que en los grupos armados, entre el 30 y el 50 % de los miembros son niños menores de 18 años. Sabemos que los grupos armados utilizan cada vez más niños, con un aumento del 70 % en un año en términos del reclutamiento de niños por pandillas”.
¿Por qué ha aumentado el reclutamiento de menores?
En un ambiente de pobreza generalizada y el colapso casi total de las infraestructuras críticas, los niños son aún más vulnerables.
- Geeta Narayan, Representante de UNICEF en Haití
“Los niños no pueden ir a la escuela. Sabemos que uno de cada cuatro niños en el país sufre desnutrición.
No tienen acceso a atención médica ni a servicios médicos y, en muchos casos, son separados de sus padres”.
Según UNICEF, algunos son forzados a entrar en los grupos criminales, y otros se ven obligados a alistarse en las pandillas como medio para sostener a sus familias. Mientras que aquellos que logran escapar, o se niegan a participar en actos de violencia, se ven inmediatamente amenazados.
Si a eso le agregamos que la violencia sexual y las violaciones se han vuelto endémicas en Haití, el panorama se agrava.
¿Qué están haciendo las autoridades?
A pesar de los esfuerzos diplomáticos liderados por varios países como Estados Unidos, Kenia y Jamaica, y los constantes llamados en foros internacionales, la actual crisis en Haití pasa en ocasiones desapercibida.
Hasta junio de este año, UNICEF había cubierto menos del 15% de los fondos requeridos para suplir las necesidades humanitarias de los menores en el país.
Para 2025 se estima que las necesidades excederán la cifra estipulada en 2024 (unos 246 millones de dólares).
Y es que el proceso de recuperar a un niño bajo el control de las bandas, se ha convertido en un esfuerzo titánico que involucra el trabajo de autoridades locales e internacionales.
"Para garantizar que el niño sea considerado ante todo como una víctima y no como un perpetrador, hacemos que todos los sistemas gubernamentales estén ahí para apoyar a este niño cuando salga de la pandilla (…)
Algunas veces lo que pasa es que identificamos a estos niños, ya sea UNICEF o nuestros socios, y es muy importante en ese momento que garanticemos que el niño tenga acceso inmediato a servicios sociales, atención médica y apoyo psicosocial…”
Dijo Geeta Narayan.
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