Guadalajara, Jalisco.
En Jalisco se “desconoce o toma por sorpresa” a las autoridades y a los productores de aguacate, la deforestación de los bosques del estado para la siembra de este producto que se ha convertido en uno de los más valiosos por las más de 300 mil toneladas exportadas a Estados Unidos en el último año.
- El 6 de agosto la Fiscalía General de la República (FGR) en Jalisco recuperó 300 hectáreas ubicados en la carretera Sayula-San Gabriel en donde se sembraba aguacate de manera ilegal.
La titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en el estado, Ana Lucía Camacho dijo no tener conocimiento de lo que pasó, siendo que el Sur de Jalisco (donde fueron recuperadas las 300 hectáreas) ha sido una zona acechada por la expansión del aguacate.
“No tengo conocimiento al 100 por ciento de lo que pasó sólo sé que deforestaron y querían hacer un cambio para hacer aguacate. No tengo conocimiento de este año de otro suceso parecido sólo este que se ha reportado”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Aguacate en Jalisco (APEAJAL) Eleazar Oceguera Aguayo argumentó que los mil 800 productores que se dedican la siembra de este fruto, lo hacen en huertas certificadas por el estado e incluso por las autoridades estadounidenses para que aquellos que exportan.
- Y agregó que sí hay quienes siembran en áreas deforestadas pero la APEAJAL tiene conocimiento hasta que los árboles ya están dando el fruto.
“Nos tomó de sorpresa (el resguardo de las 300 hectáreas deforestadas), que no se haya visto desde antes y no se haya pasado cuando debía. Nosotros no podemos decirle a alguien que no plante, no tenemos autoridad.
A nosotros nos llegan cuando ya está la huerta en producción, entonces cuando dicen que hay tantas hectáreas decimos: ustedes son los que tienen los inspectores Profepa (...) No somos autoridad para estar revisando”.
En noviembre de 2023 la organización Climate Rights International publicó el informe “El saldo insostenible de la expansión aguacatera”, el cual revela que la demanda internacional de este producto ha impulsado la tala de bosques en Michoacán y Jalisco, los dos principales estados del país con producción y exportación.
- Se registra que durante la última década se han deforestados aproximadamente 16 mil hectáreas pero podrían ser más de 28 mil, puntualiza el informe.
Pero la deforestación no es el único problema, también está el acaparamiento del agua y el involucramiento del crimen organizado en el sector quien se encarga de amenazar e intimidar para que no se denuncie el robo de tierras y los impactos hídricos en las comunidades.
Un ejemplo en Jalisco es el que dejó la inundación en San Gabriel en 2019, un funcionario ambiental del estado que había documentado la deforestación, la cual fue una de las causas centrales del desastre, comenzó a recibir llamadas telefónicas con amenazas de secuestro.