Autlán, Jal. 

La salud emocional de las estudiantes universitarias que combinan sus estudios con otras actividades, como el trabajo, el cuidado de familiares o la administración del hogar, ha sido objeto de un estudio en el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la Universidad de Guadalajara.

La investigación, realizada en colaboración con la Red Latinoamericana de Estudios de Género, busca visibilizar los desafíos que enfrentan las mujeres en la educación superior y su impacto en el bienestar mental.

En el programa Finanzas con Ciencia, transmitido por Radio Universidad de Guadalajara en Autlán, las doctoras Dra. Marcela Pelayo, Dra. María Magdalena Pelayo Córtes, Miriam Arias Uribe y Sandra Eloina Campos López compartieron hallazgos clave de esta investigación.

Entre los principales factores que afectan la salud emocional de las estudiantes, se identificó la falta de tiempo para el descanso, la presión académica y la autoexigencia extrema.

El estudio, en el que participaron universidades de México y otros países de América Latina, confirma que muchas estudiantes enfrentan un desgaste emocional significativo. Algunas de ellas compaginan la maternidad, el trabajo y los estudios, generando sentimientos de culpa y ansiedad por no poder dedicar suficiente tiempo a sus familias.

"Fue una experiencia sumamente interesante porque nos sacó de nuestra zona de confort, de lo que manejamos habitualmente. Nos permitió explorar otro tema que, además de ser fascinante, es sumamente importante. Es fundamental conocer la realidad de nuestras estudiantes en el Centro Universitario, quienes no solo están enfocadas en sus estudios, sino que también realizan muchas otras actividades". 

No se trata solo de las múltiples actividades que realizan las estudiantes, sino también del impacto que esto tiene en su salud emocional. Es increíble observar el nivel de desgaste que pueden llegar a experimentar estas jóvenes universitarias.

Uno de los aspectos más reveladores del estudio fue la constatación de que, pese a las dificultades, estas mujeres destacan académicamente. El proyecto también enfatiza la necesidad de mayor apoyo institucional para las estudiantes.

"Son realidades completamente distintas. Por ejemplo, en nuestra división identificamos que el factor tiempo era uno de los principales problemas que enfrentaban estas jóvenes. La gestión de su propio tiempo resultó ser un desafío considerable, así como la necesidad de apoyo.

No solo se trataba del respaldo familiar, sino de contar con un apoyo institucional o algún programa que les brindara recursos fijos para recibir ayuda en los cuidados, especialmente en el caso de aquellas que son madres".

"Sabemos que hay muchas estudiantes con bebés, pero la situación cambia completamente cuando, además de estudiar, tienen que trabajar. Es un escenario sumamente difícil. Imaginen llegar en la noche y ver a su bebé ya dormido, sin haber podido convivir con él. Salir temprano cuando aún está dormido y regresar solo para encontrarlo en la misma situación. Es perderse de momentos importantes en su crecimiento".

 Para las académicas, esta investigación también representa un llamado a la reflexión. "Nos hace ser más humanos como profesoras", mencionaron las investigadoras, destacando la importancia de la empatía y la flexibilidad en el aula. Si bien la educación exige responsabilidad y compromiso, también debe contemplar la diversidad de experiencias de sus estudiantes.