Wimbledon, Reino Unido.
La estadounidense de origen ruso Amanda Anisimova, semifinalista de Wimbledon, siente pasión por la pintura, una actividad que le ayudó a salir de una época de estrés en que el tenis se le hizo "insufrible".
"Comencé a interesarme por el arte cuando no me encontraba bien mentalmente",
contó hace unos días la estadounidense de 23 años, que se enfrentará el jueves en semifinales a la número uno mundial, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
Anisimova, hija de padres moscovitas llegados a Estados Unidos a finales de los años 1990, utiliza los pinceles como vía de escape en su tiempo libre "para liberar la mente".
Esta gran amante del Museo d'Orsay, epicentro del impresionismo en París, no ha llevado consigo a Londres pinceles, paleta ni caballete.
"¡Tengo que cargar con tantas cosas para el tenis! Y me gusta mucho llevar conmigo mucha ropa, por si acaso, así que mis maletas están a reventar", explica.
La jugadora de New Jersey disputará el jueves su primera semifinal de Wimbledon seis años después de haber alcanzado las 'semis' en Roland Garros.
Talento precoz, Anisimova conquistó su primer título WTA en Bogotá (tierra batida), en 2019, con 17 años y 222 días.
- Estadounidense más joven en levantar un trofeo desde que lo hiciera Serena Williams en 1999 en Indian Wells, la jugadora que dejó New Jersey con tres años para instalarse en Miami se dio a conocer a nivel mundial al alcanzar ese mismo año 2019 las semifinales de Roland Garros.
Sobre la tierra batida parisina, Anisimova eliminó en cuartos a la que era la vigente campeona, la rumana Simona Halep, N.3 del mundo en ese momento.
Pero pocos meses después, a unos días del US Open, su padre y entrenador Konstantin falleció de forma inesperada.
Después de Bogotá, su segundo título tardó en llegar. Lo logró finalmente en enero de 2022 en la ciudad australiana de Melbourne (suerficie dura).
Se trataba de un torneo WTA 250 de preparación para el Abierto de Australia.
Con los cuartos de final en Madrid, Roma y Wimbledon, el resto de aquella temporada fue notable pero dejó el mal sabor de boca de una derrota en primera ronda del US Open.
- Por salud mental -
En mayo de 2023, después de cinco meses de resultados decepcionantes, Anisimova anunció en redes sociales que se alejaba del circuito por un tiempo indeterminado, revelando problemas de salud mental "desde 2022".
"Participar en torneos de tenis se me hizo insufrible", escribió la estadounidense.
Meses antes, en octubre de 2022, había empezado con la pintura.
"Siempre me gustó el arte cuando era más joven, así que compré unas telas y pinturas y me dije que podría probar para divertirme un poco. Y después se convirtió en una rutina cada semana", afirmó en la página de internet de la WTA en enero de 2024, a su regreso a la competición.
"Quería encontrar cosas que me gustase hacer sola, más que simplemente ver a la gente y pasar tiempo con ellos. Me hacía bien mentalmente alejarme del celular, de todo lo demás durante horas", añadió.
Un año y medio después, una de las mejores obras de su carrera tenística marida pinceladas blancas -el inmutable color de la vestimenta en Wimbledon- con el fondo verde de una hierba que Anisimova ha aprendido a domar.
"No crecí jugando sobre hierba, creo que mi primer partido sobre esa superficie fue con 15 años", recuerda la actual 12ª del ranking WTA.
Pero se siente "cómoda" en la superficie, como demostró en junio en la final de Queen's, un año después de la decepción de caer en las previas de Wimbledon.
"El simple hecho de regresar como cabeza de serie (...) me recuerda todo el trabajo y los progresos realizados este año", afirma la jugadora, que puede presumir de haber ganado cinco partidos de ocho contra Sabalenka.