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Guadalajara, Jalisco.
Dulce tenía 29 años. Tuvo tres hijos. Ella sufría violencia por parte de su pareja y un día apareció colgada.
Su pareja se llama Gilberto, quien en ese momento trabajaba en el Congreso de Jalisco,
él dijo que a las seis de la mañana del 21 de junio de 2019 sonó el despertador, su hijo pidió bibi; narró que le llamó a Dulce y al no responder él bajó por la leche.
Volteó y al ver la cámara de video vigilancia tapada fue cuando se dio cuenta de que Dulce estaba colgada.
Este caso que se volvió mediático porque al inicio se clasificó como un suicidio.
Ahora la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco emitió la recomendación 07/2025 porque descubrió que personal de la Agencia 4 de Feminicidios de la Fiscalía Estatal omitió indicios, además de que los agentes del ministerio público formatearon el celular de la víctima, justo un medio de prueba, y no hicieron un respaldo.
Fue la propia Fiscalía de Combate a la Corrupción la que confirmó que a través de un peritaje realizado por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se advirtió que el celular fue formateado o que su información fue eliminada a los 20 días de la muerte de Dulce.
La familia de Dulce quedó a cargo de los niños, luego el papá de Gilberto pidió prestado a los dos más grandes, pero ya no los regresó.
Justo cuando la hermana de Dulce llevaba a las convivencias al niño más pequeño al DIF Zapopan, fue “detenida” por hombres que no se identificaron, la golpearon y la llevaron a la Fiscalía.
Lo peor fue que el papá, la mamá y la hermana fueron vinculados a proceso
por sustracción de menores, se los llevaron a la penal, pero a los tres días los dejaron libres.
Al niño menor, las autoridades lo llevaron al Hospicio Cabañas, donde estuvo como 45 días, donde el personal del DIF le decía al pequeño que la familia de Dulce lo había dejado ahí, que se iba a ir a vivir con otra familia.
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