Día Internacional del Hombre: alerta sobre disfunción eréctil en México
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Ciudad de México, México. 

La disfunción eréctil (DE) sigue siendo un padecimiento infradiagnosticado en México, pese a su alta prevalencia, pues se estima que más de 12 millones de hombres de entre 40 y 70 años en el país la padecen,

y a que puede ser un marcador temprano de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y neurológicas, advirtió este miércoles un especialista.

¿Por qué es importante hablar de disfunción eréctil sin estigmas?

En el marco del Día Internacional del Hombre, que se conmemora el 19 de noviembre, el urólogo Christian Isaac Villera señaló a EFE que hablar del tema sin estigmas es clave para mejorar la prevención y la calidad de vida de los pacientes.

Explicó que la disfunción eréctil se define como la incapacidad persistente de obtener erecciones voluntarias, un problema que no solo es físico, sino que puede tener componentes emocionales o psicológicos.

“La sangre ocasiona las erecciones y las arterias del pene tienen un calibre muy similar al de las arterias del corazón. Si hay alteraciones en la irrigación del pene, debemos sospechar que también puede haber afectaciones en corazón, cerebro o riñones”, indicó.

¿Cuáles son las causas y la prevalencia según la edad?

El urólogo destacó que la DE puede iniciar tan temprano como en los 20 o 30 años, aunque las causas varían según la edad.

En adultos jóvenes suele relacionarse con factores emocionales, mientras que a partir de los 50 años predominan enfermedades como diabetes, hipertensión o dislipidemias.

Según el especialista, más del 60 % de los hombres mayores de 60 años presentará algún grado de disfunción eréctil.

Además de su impacto físico, la condición afecta la vida emocional, social y de pareja. Sin embargo, muchos hombres no buscan atención médica por vergüenza o por la persistencia de estigmas, como referirse al padecimiento como “impotencia”.

“Es un problema médico, un trastorno de un órgano del cuerpo. Pero al tener una connotación no médica, se oculta, se tolera y se atiende tarde”, afirmó.

Villera señaló que tanto médicos como pacientes deben contribuir a mejorar la detección temprana. Por un lado, muchos hombres desconocen que la DE puede ser un síntoma de alerta; por otro, los médicos de primer contacto no siempre están entrenados para hacer las preguntas adecuadas o identificar “banderas rojas”.

  • Por ello, recomendó que cualquier sospecha sea canalizada a especialistas en urología.

El tratamiento debe abordarse de manera integral. El primer escalón, subrayó, es el estilo de vida: ejercicio —especialmente entrenamiento de fuerza en mayores de 50 años—, dieta saludable, dejar de fumar y evitar alcohol y drogas.

“Hoy sabemos con evidencia de alto nivel que el ejercicio puede mejorar la función eréctil al grado de compararse con medicamentos”, señaló.

  • Existen además terapias farmacológicas, dispositivos de vacío, inyecciones, ondas de choque e incluso prótesis peneanas para casos severos.

El experto también llamó a derribar mitos, como la creencia de que todas las cirugías de próstata causan disfunción eréctil. “Con técnicas actuales como la cirugía robótica, la preservación de la función eréctil es mucho mayor”, aclaró.

Finalmente, el especialista enfatizó la importancia del lenguaje correcto y de la apertura para hablar del tema.

“Nombrar las cosas por su nombre abre la puerta a la prevención. Muchos hombres llegan a consulta impulsados por sus parejas, porque ellas tienen una cultura de prevención mucho más desarrollada. Debemos avanzar hacia eso también para la salud masculina”, concluyó.