Jalisco: La encrucijada del turismo Parte III: ¿Y la seguridad para los visitantes?

Uno de los factores más importantes para los turistas a la hora de decidir a dónde viajar es la seguridad, y justo hay puntos en Jalisco donde se han registrado episodios de violencia que ponen en una encrucijada al turismo en nuestro Estado.



Guadalajara, Jalisco. 

Uno de los factores más importantes para los turistas a la hora de decidir a dónde viajar es la seguridad, y justo hay puntos en Jalisco donde se han registrado episodios de violencia que ponen en una encrucijada al turismo en nuestro Estado.

Por ejemplo, hablemos de Mazamitla. 

Este Pueblo Mágico es conocido por su contacto con la naturaleza y paisaje boscoso, pero también ha sido escenario de distintos episodios de violencia que han paralizado la economía del municipio.

¿Y cómo hacen frente las autoridades encargadas de fomentar el turismo ante acontecimientos de esta naturaleza? 

Esta pregunta es aún más importante en municipios como Mazamitla, cuya economía depende por completo del turismo. De acuerdo con datos del Gobierno de Jalisco, las actividades turísticas en esa localidad generan 93 de cada 100 pesos de su Producto Interno Bruto. 

  • En los últimos años, el Ayuntamiento de Mazamitla se ha enfrentado a múltiples eventos de inseguridad que impactan por igual entre turistas y habitantes. 

En mayo de 2022, un enfrentamiento a balazos dejó tres personas muertas en el poblado de La Estocada y provocó bloqueos en los accesos carreteros del municipio. 

Dos meses después, dos hombres y una mujer, elementos de la Policía de Santa María del Oro, fueron privados de la libertad. La mujer fue liberada y sus compañeros fueron encontrados sin vida dentro de un auto abandonado a la entrada de Mazamitla. 

Los eventos violentos recurrentes en ese Pueblo Mágico hicieron que, el 15 de septiembre de 2022, las autoridades municipales suspendieran la celebración de las Fiestas Patrias. 

Tan constantes y peligrosos fueron los enfrentamientos entre grupos criminales, que el presidente de Mazamitla, Jorge Magaña, admitió que el turismo había caído considerablemente debido a la inseguridad que se registró ese año.

“A partir de los hechos del 1 de mayo sí tuvimos una baja considerable, incluso nos fuimos a una ocupación del 10 o 15 por ciento. Entonces, esto sí repercutió bastante. Duramos de dos a tres meses con muy mala ocupación,

lo que generó que algunos negocios tuvieran que descansar empleados, prescindir de personal y esto repercutió en la economía de la zona”.

Imagina lo desastroso que es para la economía de Mazamitla que las actividades turísticas cesen: más del 90 por ciento de sus ingresos dependen, precisamente, del turismo.

Ramón Godínez Ortiz, investigador del Departamento de Turismo, Recreación y Servicios del CUCEA, reconoció que la seguridad es un factor de suma importancia para las personas al decidir a dónde viajar, pues por cada turista que se lleva una mala experiencia, se pierden varios visitantes potenciales. 

Jalisco: La encrucijada del turismo Parte III: ¿Y la seguridad para los visitantes?

Fotografía: UdeG

“Hay destinos que se caracterizan por tener un foco amarillo o rojo ante amigos y familiares. Hay que recordar que en esto del turismo, por cada persona que se va satisfecha de un destino, ya sea un restaurante u hotel, apenas tres personas pueden venir por recomendación;

pero por cada persona que se va insatisfecha de ese destino, pueblo o ciudad, siete no van a ir”.

A nivel local, el Inegi reporta que el Gobierno de Mazamitla cuenta con menos de 30 elementos de seguridad, todos ellos de función preventiva, para proteger a los más de 14 mil habitantes y miles de turistas que llegan cada año. 

Estos datos exhiben que el Ayuntamiento está completamente rebasado en esa tarea, por lo que, para garantizar la seguridad ciudadana y turística, la autoridad federal envió a miembros de la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas. 

Sin embargo, pese a los esfuerzos de los tres niveles de Gobierno para ahuyentar al crimen organizado de este Pueblo Mágico, a principios de 2024 miembros de la delincuencia regalaron juguetes a plena luz del día y en el centro de Mazamitla sin ninguna interrupción.

Pese a ello, el Pueblo Mágico lucha por mantener su imagen típica: paisajes boscosos, contacto con la naturaleza, cabañas cálidas y un ambiente pleno, tranquilo y libre de agobios.

Y aquí hay otra encrucijada. Por un lado, el turismo es necesario para Mazamitla: su economía depende de él, pero por el otro, el Ayuntamiento tiene la obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos y esto significa advertir públicamente el problema aunque esto afecte las visitas. 

Al respecto, Ramón Godínez aseveró que a pesar de los episodios violentos, la autoridad local, después de priorizar la seguridad en el municipio, debe concentrar esfuerzos en la promoción del turismo a través de una comunicación efectiva para que la inseguridad no sea el distintivo.  

“No se vale tampoco que a un pueblo o algún destino de la ciudad se le etiquete como un destino inseguro porque pasó algún suceso en alguna parte del tiempo. 

La comunicación es fundamental. Es dar a conocer que la población sigue en pie, que son sucesos aislados, porque al final eso son”.

Y en el cambio de Gobierno, la futura administración: la local, la estatal y la federal, tendrán un reto enorme para evitar una colisión estrepitosa entre la necesidad del turismo y la obligación de seguridad.