La violencia también se canta: Gabriel Sosa Plata advierte sobre letras que refuerzan el machismo




 Autlán, Jal., 7 de mayo de 2025

En una emisión reciente del programa Voces Disidentes, producido por Radio Universidad de Guadalajara en Autlán, se abordó el papel de la música como agente socializador que puede reforzar o cuestionar la violencia de género. El invitado fue el doctor Gabriel Sosa Plata, comunicador, académico y defensor de las audiencias del Sistema Universitario de Radio y Televisión de la Universidad de Guadalajara.

Con una trayectoria amplia en medios públicos y una mirada crítica hacia los contenidos que se difunden en radio, televisión y plataformas digitales, Sosa Plata advirtió sobre la necesidad de “educar el oído” para detectar los mensajes que, aunque disfrazados de humor o romanticismo, perpetúan estereotipos, desigualdades y violencia simbólica.

¿Qué mensajes escuchamos sin cuestionar?

“Crecimos con canciones profundamente machistas y no lo sabíamos. Las cantábamos, las bailábamos, eran parte de la convivencia familiar”, expresó Sosa Plata. Ejemplos no faltan: desde letras de José Alfredo Jiménez o Alejandro Fernández, hasta algunos éxitos contemporáneos de reguetón o música norteña.

Aunque la música puede ser una expresión cultural legítima, recordó que también puede reforzar mandatos de género violentos. “Cuando una canción dice 'yo soy tu dueño' o 'te vas porque yo quiero', está transmitiendo control, sometimiento y cosificación de las mujeres”, explicó el defensor.

La defensa de las audiencias como derecho

En la entrevista, Sosa Plata explicó su papel como defensor de las audiencias, una figura establecida por ley que garantiza el derecho de la ciudadanía a recibir contenidos respetuosos, incluyentes y no discriminatorios. “No se trata de censurar, sino de abrir el diálogo. Las audiencias tienen derecho a saber qué se transmite, a pedir explicaciones, a presentar quejas y a recibir respuestas”, puntualizó.

También señaló que las defensorías están activas en medios públicos como Radio UDG, pero dependen de la participación ciudadana: “Me gustaría tener más trabajo, eso significaría que la gente está participando, opinando, exigiendo”.

La música, una herramienta para transformar

La música puede ser una poderosa herramienta para el cambio social si se utiliza de manera crítica y consciente. En ese sentido, el especialista compartió diez recomendaciones prácticas para una escucha más informada, entre ellas:

  • Escuchar no es repetir. Consumir una canción no significa aprobar su mensaje. Hay que analizarlo.
  • Identificar la violencia normalizada. Detectar frases que romantizan el abuso, justifican el control o refuerzan estereotipos de género.
  • Cuestionar el ritmo que oculta agresión. La melodía puede ser pegajosa, pero eso no hace menos violentas las letras.
  • Hacer una pausa reflexiva. Preguntarse: ¿Qué sentiría si esta canción hablara de mí o de una persona cercana?
  • No todo es solo entretenimiento. La música moldea actitudes; justificarla como "diversión" puede perpetuar la desigualdad.
  • Conocer el contexto. Saber quién produce las canciones, qué intereses hay detrás y por qué se vuelven populares.
  • Compartir alternativas. Promover artistas y canciones con mensajes positivos, críticos y respetuosos.
  • Hablar del tema. Debatirlo en casa, con amistades, en la escuela o en medios. El diálogo colectivo educa.
  • Exigir respeto como audiencia. Reclamar contenidos dignos, denunciar lo que promueve violencia o discriminación.
  • Educar el oído es educar la conciencia. La alfabetización mediática debe incluir lo que escuchamos. Ser críticos es resistir.

La importancia de la alfabetización mediática

Además, propuso que las emisoras públicas y universitarias —como Radio UDG— asuman un compromiso ético con su programación musical. “Hay que revisar lo que se pone al aire. No todo lo que vende es bueno, y como medios educativos tenemos una responsabilidad con la niñez y la juventud.”

Durante la emisión se discutió también la urgencia de implementar programas de alfabetización mediática que permitan a las personas —sobre todo niñas, niños y jóvenes— desarrollar una mirada crítica ante los contenidos musicales y audiovisuales.

“Escuchar críticamente es un acto de resistencia. Educar el oído es también educar la conciencia”

, concluyó Sosa Plata.


Antonio Díaz