Berlín
Según un estudio realizado en Alemania, si los coches eléctricos se utilizaran para almacenar electricidad, los costes del sistema energético podrían reducirse hasta en 22.000 millones de euros (23.700 millones de dólares) al año en toda la Unión Europea (UE).
También los consumidores podrían conseguir importantes ahorros. Con la llamada carga bidireccional, los vehículos toman de la red durante el día la energía solar y eólica sobrante y, por tanto, más barata, y la devuelven a la red por la tarde o por la noche.
Los Institutos Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar (ISE) y de Investigación en Sistemas e Innovación (ISI) calcularon los costes que esta carga bidireccional supondría para los operadores de la red y los consumidores por encargo del grupo de ONGs de la UE Transporte y Medio Ambiente (T&E).
Según estos cálculos, el uso extensivo de los coches eléctricos como sistemas de almacenamiento de electricidad en el escenario más favorable reduciría la necesidad de inversión en la red energética europea en más de 100.000 millones de euros entre 2030 y 2040.
Sin embargo, esto requeriría que alrededor de la mitad de todos los coches eléctricos y camiones alimentados por baterías pudieran devolver la electricidad a la red en 2030. Si se inyecta directamente en la red general, se habla de vehicle to grid (v2g, es decir, del coche a la red).
Los propietarios también tienen la opción de utilizar la electricidad almacenada en la batería del coche para su propio hogar (vehicle to home, o v2h), sobre todo en el caso de las viviendas unifamiliares.
Así, por ejemplo, el coche eléctrico podría convertirse en un proveedor de energía en las horas vespertinas, especialmente intensivas en electricidad, y reducir los costes de energía. Luego se recargaría por la noche, cuando la demanda es baja y la electricidad, más barata.
Los autores del estudio han calculado que esto podría ahorrar a un hogar de cuatro personas en Alemania más de 700 euros al año. Si la electricidad se inyecta a la red en su conjunto, a esto habría que añadir los pagos a los propietarios de los coches.
- Sin embargo, existen varios obstáculos para el uso generalizado de la tecnología bidireccional. En primer lugar, está el problema de la conversión de la electricidad.
La corriente alterna disponible en la red debe convertirse en corriente continua para cargar los coches eléctricos, y viceversa. En algunos modelos, esto se hace en el coche.
Para otros, es necesario un wallbox más caro al que se conecta el vehículo. Los autores del estudio recomiendan una norma uniforme a la que puedan adaptarse los fabricantes.
También faltan condiciones reglamentarias y políticas marco para que la actual tecnología de nicho sea comercializable a gran escala. Hace unos días, en una reunión del sector, el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, dejó entrever que los vehículos y servicios bidireccionales podrían comercializarse a partir de 2025.
"Como unidades móviles de almacenamiento de electricidad, los coches eléctricos pueden contribuir enormemente a estabilizar el sistema eléctrico", dijo Habeck. "Sus baterías pueden utilizarse para el almacenamiento intermedio de energía eléctrica y crear así una flexibilidad adicional".
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