Guayaquil, Ecuador.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, entregó este lunes a las Fuerzas Armadas más de un centenar de fusiles y pistolas incautadas al crimen organizado durante operativos contra el narcotráfico.
Estas armas "estaban destinadas para cometer delitos, eran usadas para atentar contra vías inocentes, pero hoy servirán para protegerlas, para ser usadas contra nuestros verdaderos enemigos, los narcoterroristas, los delincuentes", dijo Noboa en el evento donde presentó el armamento.
En una larga mesa rodeada de militares, las autoridades exhibieron el armamento valorado en un millón de dólares, que incluye 122 fusiles y 48 pistolas. Las armas fueron incautadas en noviembre de 2023 en las islas Galápagos durante un operativo naval y provenían de Centroamérica.
El traspaso de las armas decomisadas a los militares es producto de la consulta popular de abril en la que un 65% de ecuatorianos aprobó esta medida.
"Miembros de nuestras Fuerzas Armadas, con este arsenal ustedes podrán responder a las amenazas de quienes pretenden atentar contra su integridad y la de los ciudadanos. Úsenlas con determinación y con el respaldo de la ley"
- Expresó Noboa, quien declaró al país en un conflicto armado interno para combatir al crimen organizado.
Ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, Ecuador encara desde los últimos años un aumento del narcotráfico y la violencia. El país cerró el 2023 con el récord de 47 homicidios cada 100.000 habitantes, frente a los 6 en 2018.
"Los grupos delictivos han intentado sembrar miedo, desestabilizar el orden, y generar violencia mediante el uso ilegal de armas", señaló el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Un reporte del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) señala que el precio de un fusil en el mercado ilegal puede alcanzar los 15.000 dólares, mientras que una pistola nueva es de hasta unos 2.000 dólares. Un revólver usado se puede conseguir por 250 dólares.