Guadalajara, Jalisco.

La refundación de Jalisco que anunció el gobernador saliente, Enrique Alfaro, en 2018, en realidad consistió en una reestructuración del organigrama del Gobierno estatal, pero lejos de adelgazar la nómina, la engrosó creando nuevos cargos denominados Coordinaciones, que están por encima de las secretarías, y algunas nuevas dependencias.

Entre esas novedades, figuró la Secretaría de Gestión Integral del Agua, un ente que Alfaro dijo tendría la encomienda de coordinar la política pública en materia hídrica y centrar los esfuerzos en una sola figura.

Incluso, la intención original del gobernador era que esa nueva Secretaría absorbiera a la Comisión Estatal del Agua; sin embargo, la Ley de Agua para el Estado de Jalisco establece que la CEA es la principal autoridad hídrica en la Entidad, además de ser la autorizada para firmar acuerdos y convenios con otros estados.

Es decir, la Secretaría de Gestión Integral del Agua terminó duplicando funciones que por ley corresponden a la Comisión Estatal del Agua.

Para el coordinador del Observatorio Ciudadano del Agua, Juan Guillermo Márquez, la decisión de crear esta dependencia contradice la ley, pero aun así el gobernador siguió adelante.

"Fue una duplicidad, de alguna manera, de funciones y relegó un poco, sobre todo en materia de obras y contrataciones, a la CEA, pero de esa sola acción dista mucho de una gestión integral del agua. La gestión integral como es entendida de forma internacional es que debe centrarse en la gestión de las cuencas, el ciclo del agua debe considerarlo".

El reciclaje del agua, el que sea agua de calidad que se pueda beber de la llave sin enfermarse y estamos muy lejos de tener una gestión de esa naturaleza. Ellos pretendieron que, con sólo darle nombre a la Secretaría como Gestión Integral del Agua, pero sin cambiar el modelo de oferta.

"Se ha centrado sólo en la construcción de obras, no porque no sean importantes o necesarias, pero deben tener plena justificación y agotando como el último recurso".

La Secretaría de Gestión Integral del Agua comenzó a operar en 2019 y quedó a cargo de Jorge Gastón González Alcérreca, un ingeniero civil que había fungido como titular de Obras Públicas en el Gobierno municipal de Guadalajara con Enrique Alfaro, sin experiencia en el manejo de recursos hídricos, pues se había especializado en la construcción de vivienda y, después, como funcionario en obra pública.

Ya como secretario de Gestión Integral del Agua, desde 2019 hasta 2024, Jorge Gastón cobró un salario de 137 mil 143 pesos mensuales brutos, más la prima vacacional y el aguinaldo equivalente a 50 días de sueldo, según el portal de transparencia del Gobierno estatal.

La dependencia fue conformada por seis funcionarios: el titular, un secretario particular, un jefe de políticas públicas, otro de planeación ambiental, un chofer y un mensajero.

En total, la nómina de estas seis personas implicó un gasto para el erario de 3 millones 151 mil pesos al año, sin contar el pago de primas vacacionales ni aguinaldos. Un costo que se suma a la operación de la Comisión Estatal del Agua cuya nómina siguió operando igual.

Al cierre de la administración, uno de los logros que presume el gobernador Enrique Alfaro es que, gracias al trabajo de la Secretaría, se logró garantizar un abastecimiento de agua para los siguientes 50 años. Sin embargo, a la fecha los funcionarios que la conforman no han podido explicar el sustento técnico de esa afirmación.

"Con la información que se dispone no hay elementos que soporten esa suficiencia para 50 años, tendríamos que conocer con base a qué pueden tener esa afirmación. Pudiera llegarse a una afirmación de esa naturaleza, pero con la forma de administrar el agua no vemos cómo eso pueda ser posible".

"Hay un gran pendiente de explicar con detalle porque suponemos que, para llegar a una afirmación como esa, hay elementos que lo soportan, y eso no lo conocemos; entonces, es muy ambiguo, muy temerario que se afirme así sin el soporte correspondiente".

Otro de los logros que presume el gobernador Enrique Alfaro, a través de la Secretaría de Gestión Integral del Agua, es haber duplicado el volumen de agua disponible para el abastecimiento del Área Metropolitana de Guadalajara, al pasar de 10 mil litros de agua por segundo a 21 mil.

Esto a raíz de la conclusión de la presa El Zapotillo y el modelo de reúso de agua a través de la Línea Morada.

"El compromiso es que al final de mi Gobierno le vamos a dejar a esta ciudad, la casa de todos, el doble de agua que la que recibimos cuando llegamos hace ya casi 6 años; es decir, vamos a llegar a casi 21 metros cúbicos por segundo en nuestro sistema para regularizar el abasto de agua en zonas, por ejemplo, de carretera a Chapala".

Esforzándonos todos los días, esa es la exigencia, por brindar un mejor servicio para que al final del Gobierno podamos decir: misión cumplida, Guadalajara tiene agua para los próximos 50 años.

Sin embargo, se trata de cifras engañosas, ya que hasta el momento la Presa El Zapotillo ni siquiera está dada de alta en el Sistema de Monitoreo de Presas de la Comisión Nacional del Agua y no arroja información sobre su aporte, mientras que el reúso de agua tratada es solo para fines industriales, no domésticos, de tal forma que la población no se ve directamente beneficiada.

Juan Guillermo Márquez cuestionó que el abasto extra que presume el gobierno, lejos de abonar a la gestión integral del agua, esté pensado para seguir facilitando las inversiones inmobiliarias en el Estado, pues no hay una política vigente para racionar el agua, consumir menos ni reducir fugas o pérdidas.

"En el caso del sector inmobiliario, que no tenga temor, que prueben un modelo más amigable con el medio ambiente, más avanzado para que puedan convertirse en desarrolladores inmobiliarios y no solamente en especuladores. Es muy importante que la forma en que se ha venido gestionado el agua debe cambiar considerablemente, no puede seguirse pensando solo en grandes obras, aunque el atractivo que han mantenido es la concesión que se da, los grandes negocios, pero ese escenario en las condiciones actuales no es posible".

Además de caracterizarse por sus discursos alentadores sobre la suficiencia de agua para el futuro y grandes resultados, la Secretaría de Gestión Integral del Agua y la Comisión Estatal del Agua coincidieron en la opacidad, ya que a diferencia de otras administraciones, no hubo convocatorias públicas para advertir sobre la sequía y desecación de presas, desbordamiento de cauces como el Arroyo Seco, mortandad de peces en cuerpos de agua en perjuicio de pescadores y el equilibrio ecológico, entre otras situaciones críticas que se vivieron en el Estado.

• Tampoco hubo un recorrido público de seguimiento en el Río Santiago, que según Enrique Alfaro tuvo una inversión superior a los seis mil millones de pesos para su saneamiento y que presume ha permitido mejorar la calidad de vida de quienes están a su alrededor, aunque los vecinos de este cauce y los medios de comunicación han demostrado lo contrario.

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