Estados Unidos 

Donald Trump regresa a la presidencia de Estados Unidos en medio de desafíos. Desde la inflación y la crisis migratoria hasta un país dividido. Su segundo mandato será clave para el futuro de la mayor economía del mundo. Descubre los retos que enfrentará y cómo podría abordarlos de la mano de Alex Segura.

El próximo 20 de enero, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos, al frente de un país cargado de retos.

La inflación sigue golpeando a millones, la inmigración está en el centro del debate y las divisiones sociales son más profundas que nunca.

Trump regresa con grandes promesas, pero su capacidad para cumplirlas será puesta a prueba en un escenario más complejo que el de su primer mandato.

Fotografía: EFE

Analizamos los problemas más urgentes que enfrentará Trump y lo que esto significa para el futuro del país.

Uno de los mayores desafíos de Trump será reactivar una economía que enfrenta problemas. La inflación sigue afectando a millones de familias, la deuda nacional está en niveles récord y las tensiones comerciales con China no muestran signos de disminuir.

“El tema inflacionario va a ser una de las preocupaciones principales, una de las quizás razones y motivos por los cuales la mayoría del electorado esta vez prefirió votar por él y no por Kamala Harris”

Trump ha prometido más recortes de impuestos y desregulación para estimular el crecimiento. Sin embargo, estas mismas medidas podrían aumentar la desigualdad y la deuda.

“Hoy en día, cerca del 60% de la gente vive al mes. Por eso creo que hay que controlar la inflación, al menos detenerla, pero también analizar cómo podemos reducir algunos de nuestros costos”

Además, su postura proteccionista podría intensificar la guerra comercial con China, afectando sectores clave como la tecnología y la agricultura.

Por otro lado, la inmigración será una de las prioridades de Trump para su segundo mandato.

“La primera prioridad del presidente será cerrar efectivamente la frontera. Hemos tenido millones de personas indocumentadas que han cruzado tanto la frontera sur como la norte, y creo que hay que detener ese proceso”

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El presidente electo ha prometido deportaciones masivas como parte de su estrategia para reforzar la seguridad del país.

“Es una es un programa con bastante más dificultades de ser llevado a la realidad porque además se necesita la cooperación de las cortes de justicia. Van a haber demandas en contra. Se necesita la cooperación de los países a donde, por ejemplo, se quiere enviar a esta gente en el caso de los venezolanos Venezuela no quiere recibir a ningún deportado”

Aunque esta propuesta ha movilizado a su base de votantes, también ha generado críticas de grupos de derechos humanos y sectores empresariales que dependen de la mano de obra migrante.

Otro de los grandes retos para Trump será gobernar un país profundamente polarizado. Su figura sigue siendo un símbolo de esperanza para millones de estadounidenses, pero también una fuente de división para muchos otros.

“Tenemos un país muy dividido, filosóficamente, y el nivel de división, el veneno que escuchamos durante las elecciones, son palabras que duelen en ambos lados. Hay sentimientos que están heridos y son posiciones firmes”

El desafío no será tanto aprobar leyes como encontrar formas de cerrar brechas sociales y reconstruir la confianza en las instituciones. ¿Será Trump capaz de promover la unidad o profundizará aún más las divisiones existentes?

Fotografía: AFP

“Por ahora no veo realmente señales de un intento por reducir esta polarización está se siente muy seguro con una victoria que fue esta vez sí con el voto general el voto popular de Estados Unidos”

En el plano internacional, Trump también tiene una lista de desafíos. El conflicto en Ucrania sigue tensando las relaciones globales, y sus posiciones sobre la OTAN y los aliados europeos han generado controversias en el pasado.

Además, está el cambio climático. Aunque Trump ha sido crítico con las políticas ambientales, la presión global para abordar la crisis climática sigue creciendo, y esto podría complicar las relaciones con socios comerciales clave.

Lo que haga el presidente electo Donald Trump en los próximos cuatro años definirá no solo su legado, sino también el rumbo de Estados Unidos.