22 de abril, una apuesta por el olvido Parte II: “El recuerdo se diluye, pero nunca desaparecerá…”

Actualmente, la tragedia del 22 de abril en Guadalajara es poco recordada por las nuevas generaciones, ya sea porque no lo vivieron o no han escuchado sobre él.



Guadalajara, Jalisco.

Soy Luz Fernanda Rivera Torres. Nací en Tuxpan, Jalisco, hace 22 años, y lo único que sé de las explosiones del 22 de abril es porque lo he escuchado en relatos familiares. En la escuela nunca se me habló sobre esta tragedia que marcó a Guadalajara y a su gente.

Pero tuve la oportunidad de entrevistar a José Samuel Muñoz Sánchez, quien no sólo sabe qué ocurrió, sino que presenció las explosiones del 22 de abril de 1992 en el barrio de Analco.

Antes de esta entrevista, conocía sobre este evento trágico únicamente porque mis tíos estudiaban aquí. Ellos me contaron que, en esas fechas, Guadalajara estaba en caos. Pero ellos no estuvieron cerca de la tragedia.

En 22 años, jamás había escuchado un testimonio de una persona que sí lo vivió, por lo que platicando con José me sentí muy impresionada por cómo recordaba tantos detalles y con tanta precisión de aquel oscuro día.

"Pues circulaba el rumor de que olía a gasolina, yo la verdad no me di cuenta porque no vivo en la zona. Y el mero día de las explosiones sucedió que se escuchó el estallido, y quizás el estallido no fue lo que me impactó, sino la manera en cómo el piso se movió".

José lleva más de 60 años trabajando en un mercado de la zona de Analco.

Cuando era niño, su padre tenía un puesto en ese lugar y él se encontraba en ese mercado cuando la tierra se sacudió.

"En ese tiempo mi padre todavía vivía y nos quedamos él y yo para cerrar el mercado, porque toda la gente se fue. Tuvimos que entrar a apagar las estufas de todos, porque todo mundo salió huyendo. Nada más mi padre y yo nos quedamos aquí".

Además, cuenta cómo es que los comerciantes del mercado se vieron afectados por este suceso, ya que, por obvias razones, tuvieron que parar de laborar por un tiempo.

"Bueno, mi negocio resultó afectado, pero no solamente el mío, sino el de todos porque el mercado duró cerrado 13 días; entonces no había ingresos para nadie (...)

Sí, lo cerraron por cuestión de seguridad, de rapiña que pudiera presentarse, y pues yo creo que era por la incertidumbre de lo que estaba pasando y el temor de que volviera a pasar (a estallar). Conforme fueron avanzando los días, las cosas se fueron tranquilizando y hasta entonces nos dejaron volver a trabajar".

Escuchar a José resultó conmovedor. A través de su voz y su testimonio me enteré que cientos de viviendas y negocios se perdieron con sus propietarios.

Una de mis más grandes dudas era saber cómo las personas que vivieron este hecho se han recuperado de él.

"Es una amarga experiencia que ojalá no se vuelva a repetir, porque creo que no nos lo merecemos, somos gente trabajadora que nos dedicamos a lo que nos corresponde, y en sí nadie, nadie, debería pasar algo como ese día".

Justamente como José menciona, las personas que vivieron este día tan amargo eran personas trabajadoras, niños, niñas, jóvenes estudiantes y adultos mayores, por lo que le pregunté si las autoridades correspondientes les habían ofrecido alguna ayuda después de dicho suceso.

"Sí, se hizo un patronato de ayuda a los damnificados. Nosotros aquí en el mercado recibimos una ayuda, que la verdad fue raquítica, de acuerdo a la cantidad de días que nos quedamos sin trabajar, pero sí, sí hubo apoyo para todos los compañeros, nadie quedó fuera".

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Actualmente, la tragedia del 22 de abril en Guadalajara es poco recordada por las nuevas generaciones, ya sea porque no lo vivieron o no han escuchado sobre él, mientras que hay otros jóvenes que, como yo, sólo conocíamos algunos relatos de aquel hecho.

Pero José confía en que, aunque pasen los años y los libros de texto no lo incluyan, este hecho será recordado por las voces de quienes sobrevivieron, y por las nuevas generaciones que surjan de éstas.

"No creo que esté olvidado, de hecho, esto queda en la memoria de la ciudad y de la sociedad, eso va a permanecer, quizás las nuevas generaciones obviamente han pasado los años y se va diluyendo lo que fue la desgracia en aquel momento.

No se nos debe de olvidar ni a nosotros como ciudadanos ni a las autoridades como tal".

Sin lugar a dudas, es importante rescatar la memoria de eventos como este, ya que son esos testimonios los que marcan a la sociedad. La manera en que José relató su experiencia de aquel 22 de abril me dejó impactada y es una experiencia que llevaré conmigo siempre.

 Investigación especial de Fernanda Rivera.