Foros de la nostalgia Parte II: La Concha Acústica: el origen

La Concha Acústica, ubicada en el Parque Agua Azul de Guadalajara, fue un recinto construido en 1958, fue sede de las Fiestas de Octubre, y además vivió importantes pasajes musicales.



Guadalajara, Jalisco.

La Concha Acústica, ubicada en el Parque Agua Azul de Guadalajara, fue un recinto construido en 1958, y el responsable de este proyecto, quien ambicionaba centralizar los grandes espectáculos culturales en Guadalajara, fue el arquitecto de origen austriaco, Alejandro Zohn Rosenthal.

En sus inicios, la concha fue sede de las Fiestas de Octubre, y además vivió importantes pasajes musicales con bandas que han marcado un hito en la historia del rock, como el Tri de Alex Lora. Esta fue una de las bandas que se apropiaron de ese espacio.

Y tal es la presencia que ha tenido el Tri en este recinto, que desde hace un par de años, una estatua de Alex Lora con su guitarra es quien recibe a las y los visitantes en la entrada principal.

A pesar de que las Fiestas de Octubre dejaron la Concha Acústica y fueron trasladadas al Auditorio Benito Juárez desde 1984, se trata de un recinto que aun así vivió su etapa más álgida de programaciones musicales entre la década de los 80s, e inicios del 2000.

Y esto fue gracias al trabajo de promotores pioneros en una industria poco desarrollada.

Juan Carlos Flores, quien tiene más de tres décadas como gestor cultural y realizador de conciertos, es uno de ellos.

 

“Promotores o neo promotores bastante heroicos como Juan Carlos de la Torre, que él fue un pionero que empezó a traer bandas que estaban en el candelero del mainstream, como Mecano, como Miguel Mateos, como Soda Estéreo, etcétera.

Y en esta época de los 80s hablamos de que era una época dura en la que no existían los proveedores para poder realizar un concierto masivo con todos los estándares de calidad que se pretendían, o que exigían los artistas extranjeros”.

  • Otros productores y promotores fueron Jaime y María Gómez y José Villarreal, quienes fijaron los cimientos en una época donde faltaba profesionalización y protocolos.

Incluso, esta curva de aprendizaje involucra a la Concha Acústica y a otros recintos que, si bien han sido utilizados para conciertos, realmente quedaron rezagados por condiciones como su acústica y una distribución del espacio deficientes.

 

“Era un mundo en el que no existían los foros especializados, de modo que todos estos conciertos se realizaban en espacios no exactamente aptos para esto.

Espacios que a veces podían ser tan bellos como por ejemplo el patio mayor del Hospicio Cabañas, que fue un lugar donde se hicieron grandes conciertos de artistas nacionales e internacionales”.

Conforme avanzó la industria de los conciertos en Guadalajara se superaron las barreras. Con cada experiencia se asentó un precedente, y esto fue desde la venta de boletos en una época sin sistemas de compra, hasta las condiciones de seguridad con las que eran realizados.

Pero en 1990, una noticia sorprendió a Guadalajara: Jon Bon Jovi y su banda tendrían un par de presentaciones en la ciudad, específicamente en el Estadio Olímpico de la UdeG. Sin embargo, un grupo de estudiantes consideró que su presencia en el lugar implicaba “la penetración del imperialismo capitalista”.

 

“Recuerdo una ocasión específica que fue el concierto de Bon Jovi en 1990 o 91 en el estadio olímpico de la Universidad de Guadalajara. Ahí hubo una situación política interna de nuestra universidad en la que hubo de todo:

Un grupo de estudiantes tomó el estadio para que no se utilizara en una manifestación capitalista imperialista”.

Así, un grupo tomó el estadio, y eso dejó en evidencia la falta de protocolos de seguridad. La Policía quedó evidenciada y actuó con violencia para liberar el lugar.

 

“Todos estos primeros esfuerzos sí requirieron de mucha improvisación, y también de un proceso de aprendizaje, tanto para las autoridades que estaban incapacitadas para manejar estas cantidades de gente, y además el desconocimiento de todas estas catarsis de las reacciones que tenía la gente, que no necesariamente eran violentas, era una manifestación”.

Estas complejidades también las vivió la Concha Acústica, que a pesar de ello fue el espacio no sólo de bandas mexicanas, sino sudamericanas y europeas.

Y a pesar de su historia e importancia, el recinto estuvo inactivo y sin mantenimiento durante años.

En la administración de Pablo Lemus como alcalde de Guadalajara el sitio se reactivó con bandas como El Tri en 2022 y, al año siguiente, con Caifanes.

Pero la Concha tuvo competencia. Y una que, además, se ha logrado adaptar a los nuevos requerimientos de la industria. De ella te hablamos en la siguiente entrega.

Trabajo especial de Eladio Quintero y Héctor Navarro.